Tendencia: Ahora las navieras prefieren bajar a tierra

“La mayor parte de las ciudades son distintas de día y de noche, y cuando vuelves a zarpar a las 6 PM te estás perdiendo esa parte del destino.” (Robert Fitzgerald, Business Development Manager de Azamara Club)

Andrea Ausfet

Buscando seducir a un público hasta ahora renuente, las navieras cambian el foco de los atractivos a bordo a la seducción de los destinos que visitan. Así lo revela un análisis de la revista Forbes USA.

Tradicionalmente, los reportes periodísticos sobre cruceros han solido destacar las maravillas de un barco, sus asombrosas comodidades y servicios, etc, pero ahora la tendencia es otra.

Pero los circuitos de running, las actividades dirigidas por animadores increíblemente simpáticos, las pantallas gigantes, las canchas de básquet, los divertimentos acuáticos al aire libre, la increíble variedad de restaurantes temáticos… podrían pasar a segundo plano.

Todos esos atractivos fueron diseñados para mantener a los huéspedes a bordo. Sin embargo, las navieras parecen estar buscando otro público, y cada vez más orientan su oferta en un sentido diferente.

De hecho, actualmente muchas ponen el énfasis en sus destinos.

La clásica escala en la cual se entra a puerto por la mañana, los huéspedes bajan a tierra y hacen excursiones o pasean a su gusto por la ciudad y vuelven a zarpar a las 5.00 PM está cayendo en desuso.

Ahora la tendencia es zarpar más tarde, incluso por la noche o -mejor aún-, ofrecer alojamiento en tierra, incluso por dos o tres noches.

Y esto no es en absoluto exclusivo para los cruceros de lujo: vale para todos los perfiles.

Esto es lo que concluyó el periodista Doug Gollan, de la prestigiosa revista Forbes (USA), tras asistir a las sesiones de capacitación para tres mil agentes de viaje de la Virtuoso Travel Week que se celebró en Las Vegas del 11 al 17 de agosto.

Mismos Destinos, Nueva Tendencia

Dondra Ritzenthaler, Senior VP de Celebrity Cruises, aseguró en el encuentro que en los últimos tres años esta naviera extendió el tiempo de estadía en puertos, y especialmente en los de Sudamérica y Europa. 

Por otra parte, según Gollan, en las Vegas los representantes de las navieras dedicaron tanto tiempo a hablar de los lugares que sus barcos visitan como los barcos mismos.

Escribió el periodista estadounidense: “Es destino, destino, destino, dijo un representante de ventas de Oceania Cruises a los agentes”

Gollan destaca que ahora las estancias en cada destino son más largas.

“La programación ha evolucionado mucho desde aquellos tiempos en que el molde era una caminata en medio de un rebaño detrás de un guía con un letrero, saltando una y otra vez desde los autobuses a las atracciones, y viceversa”, señala el periodista.

Oceania , por ejemplo, ofrece de yoga y meditación en la playa, además de clases de tai-chi-chuan que “permiten a los huéspedes apreciar un lado diferente de los lugares que visitan”, dice Nikki Upshaw, Sales Senior VP de la naviera estadounidense.

En Tahití, los tenders de Paul Gauguin Cruises llevan a sus huéspedes hasta una isla para nadar y bucear con rayas y, después, aprender a partir un coco una barbacoa privada.

Robert Fitzgerald, Business Development Manager de Azamara Club, asegura que sus cruceros pasan el 80% del tiempo en puerto, y que casi el 50% de sus destinos incluyen salidas nocturnas o noches completas en tierra.

“La mayor parte de las ciudades son distintas de día y de noche -señala Fitgerald-, y cuando vuelves a zarpar a las 6 PM te estás perdiendo esa parte del destino.”

Modelo de Negocio

Para atraer a ese tipo de viajero que nunca antes había considerado la posibilidad de pasar sus vacaciones a bordo de un crucero, Azamara está agregando itinerarios que permiten conocer a fondo cada uno de sus destinos y que se concentran en un único país, como Nueva Zelanda, Japón, Cuba, Islandia, Francia y más recientemente, Chile.

Si bien hasta no hace mucho el modelo de negocio de las navieras era mantener a la gente cuanto fuera posible a bordo, a fin de que consumieran en sus barras, restaurants o el casino, ahora las cosas parecen estar cambiando rápidamente.

Para conquistar a ese nuevo tipo de viajero, ahora Azamara se asocia, por ejemplo, con operadores muy focalizados como Micato Safaris, Venice Simplon Orient Express o Perry Golf para ofrecer experiencias muy personalizadas, pero en tierra.

Los amantes del golf que navegan con Azamara también gozan de beneficios especiales, como entradas VIP para la final del British Open o acceso a exclusivos courts privados e inaccesibles al público general en Japón.

Experiencias Inmersivas

“Ahora los viajeros no quieren decir que simplemente se detuvieron en algún lado -dijo un ejecutivo de ventas de Crystal Cruises durante su conferencia en Las Vegas-. En cambio, lo que quieren es vivir toda una experiencia.”

Un crucero de con 17 días en Asia de esta naviera puede incluir, por ejemplo, noches en Tokio, Osaka, Shanghai y Hong Kong.

Seabourn es otra de las navieras que se adaptaron tempranamente a la nueva tendencia.

Por ejemplo, se asoció con la Unesco para que sus huéspedes pudieran conocer lugares declarados Patrimonio dela Humanidad, como el complejo de templos de Borobudur en Java, Machu Picchu en Perú o la antigua Tebas, en Egipto.

Además, sus cruceros por Cuba incluyen noches en tres puertos diferentes, La Habana entre ellos.

Otro caso de éxito en la nueva tendencia es el de Regent Seven Seas, que incluye todas sus excursiones en tierra dentro de la tarifa base de sus cruceros.

Alguna de ellas son verdaderamente exclusivas e inmersivas: experiencias que los huéspedes no podrían vivir por cuenta propia.

Esta naviera con sede en Miami puede, por ejemplo, llevar a sus huéspedes a la finca privada de Andrea Bocelli en la Toscana (Italia), para conocer de primera mano su estudio de grabación.

“No puedes buscar en Google y encontrar la forma de obtener estas experiencias, son exclusivas para nosotros”, destacó Robert Fitzgerald, de Azamara Club, ante una audiencia de atentos agentes de turismo en Las Vegas.

Todo indica que esta nueva tendencia se irá fortaleciendo en el futuro próximo.

El de Windstar Cruises es otro ejemplo en este sentido. Sus excursiones se organizan en grupos reducidos, de sólo cuatro a diez personas, para que obtengan una experiencia más directa y cercana.

Y ahora su presidente en persona, John Delaney, anunció que incrementará sus pernoctes en puerto del 50% actual a un 70% el próximo año.

Fuente: Forbes / Porthole / Princess Cruises Noticias de Cruceros

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