Nueve Paraísos que el mundo todavía no ha descubierto

La costa de Brasil cuenta con más 7 mil kilómetros de extensión y con paisajes extremamente lindos. Air Europa, la aerolinea del Grupo Globalia ofrece vuelos directos al gigante latinoamericano.

El país posee diversas playas dignas de películas, con mar a veces azul turquesa, a veces verde cristalino, en medio de vegetación tropical con palmeras que cercan la costa, arena blanca y fina, selva virgen, manglares, buceo con peces coloridos, amaneceres exuberantes y puestas de sol deslumbrantes. Son escenarios impecables bendecidos por Dios y que usted, viajante, no puede dejar de vivir, encantarse y, claro, regresar.

Prepárese para perderse en el paradisíaco aspecto de playas brasileñas.

São Miguel dos Milagres – Alagoas

São Miguel dos Milagres es una de las playas más conservadas del país y su belleza es para impresionar. Sus playas conservan su belleza natural salvaje y también una extensa y bella costa de corales. Repleta de palmeras muy altas, la región está protegida por arrecifes que forman piscinas naturales.

Boipeba – Bahia

Ilha de Boipeba es considerada una de las más bonitas de Brasil y queda al extremo sur de Bahia. De un lado, la isla está cercada por el océano, y del otro , por un río, lo que torna casi mágicas sus playas con selvas tropicales repletas de árboles, enredaderas y animales silvestres. El lugar fue reconocido por la UNESCO como Reserva de Patrimonio de la Humanidad.

Jericoacoara – Ceará

La pequeña aldea, que queda a 300 kilómetros de Fortaleza, es el lugar perfecto para relajarse y estar lejos de cualquier tecnología. Lleno de lagunas y manglares (ambientes típicos inundados por agua dulce y salada), Jeri, como es llamado por los brasileños, tiene dos paseos imperdibles: Pedra Furada y Duna do Pôr do Sol, donde usted puede apreciar el espectáculo de la naturaleza: una maravillosa puesta del sol. El mar es relativamente tranquilo y poco profundo por una larga faja, lo que lo hace perfecto para nadar.

Fernando de Noronha – Pernambuco

Formado por 21 islas e islotes, el archipiélago de Fernando de Noronha es una verdadera maravilla de la naturaleza. Con playas paradisíacas y fauna y flora preservadas, el lugar es ideal para surfear, bucear y, claro, apasionarse.

Ilha Grande – Río de Janeiro:

Paraíso ecológico de la costa fluminense, cercano a Angra dos Reis, Ilha Grande garantiza a sus visitantes un encuentro único en armonía con la naturaleza. Más de cien playas exuberantes y senderos con vegetación de Selva Atlántica reciben a los turistas. En una isla que es ejemplo de desarrollo sustentable, los carros están prohibidos.

Ilhabela – São Paulo

Ilhabela, en la costa paulista, ofrece al visitante cerca de 40 km de playas inexploradas y una paisaje típico de selva tropical, con senderos para caminatas y cascadas.

Playa dos Carneiros – Pernambuco

Carneiros es uno de los lugares más bonitos de Brasil. Localizada a 113 km de Recife, cuenta con una pared de arrecifes de 1 km de extensión, y sus playas tienen 5 km de palmeras a lo largo de la costa. Con arenas brancas, sus aguas son transparentes, tranquilas y calientes.

Ilha do Marajó – Pará

Famosa por su pororoca (gran ola creada por el encuentro de las aguas del Atlántico con los ríos Amazonas y Tocantins) y por la gran cantidad de búfalos usados para carga y transportar, Ilha do Marajó cuenta con playas, lagos, dunas y selvas que forman parte del santuario ecológico

Fuente: periodistadigital.com

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