Si tiene estas 9 cualidades, puede ser un gran líder en la empresa

Honestidad, confianza y simpatía son algunas de las cualidades que poseen los mejores líderes. Descubra si usted tiene estas características

¿Cuáles son las nueve cualidades escenciales que posee un verdadero líder?

De acuerdo con un artículo publicado por Peter Economy, autor de libros como "Ser Jefes para Dummies" y editor asociado de Leader to Leader durante más de 12 años, las que se siguen son las características que se vinculan a un liderazgo positivo, según publicó elfinanciero.com.mx. ¿Cree que tiene algunas o todas?

Proyectan confianza en lo que hacen

Los mejores líderes no sólo son confiables, sino que su confianza es contagiosa.

Los empleados se sienten atraídos naturalmente hacia ellos, buscan su consejo y como resultado se sienten más seguros.

Cuando se les desafía, no ceden con demasiada facilidad porque saben que sus ideas, opiniones y estrategias están bien informadas y son el resultado de un trabajo arduo, pero cuando se les demuestra que están equivocados, asumen la responsabilidad y actúan rápidamente para mejorar la situación.

Son positivos y optimistas

También son una fuente de energía positiva. Se comunican fácilmente. Son intrínsecamente útiles y genuinamente preocupados por el bienestar de otras personas.

Siempre parecen tener una solución, y siempre saben qué decir para inspirar y tranquilizar a los otros.

Evitan la crítica personal y el pensamiento pesimista, y buscan formas de ganar consenso y hacer que las personas trabajen juntas de manera eficiente y efectiva como equipo.

Son honestos y confiables

Los líderes fuertes también ratan a las personas de la misma forma en la que ellos desean ser tratados.

Son extremadamente éticos y creen que la honestidad, el esfuerzo y la fiabilidad son la base del éxito.

Personifican estos valores tan abiertamente que ningún empleado duda de su integridad.

Comparten información abiertamente y evitan el control en exceso.

Son organizados y centrados en sus objetivos

Los líderes positivos piensan en los múltiples escenarios de sus decisiones y los posibles impactos que éstas podrían tener. También contemplan alternativas viables y hacen planes y estrategias. Todo esto enfocado hacia el éxito.

Comunican sus planes a los actores clave y tienen planes de contingencia en el caso de que los cambios de último minuto requieran una nueva dirección.

Están dispuestos a tomar decisiones difíciles e impopulares

Entienden que en ciertas situaciones deben tomar decisiones difíciles, pero oportunas que ayudan a toda la organización, aunque algunas de ellas requieran firmeza, autoridad y no satisfagan a todos.

Saben qué sucede dentro y fuera de su organización

Se comportan de una manera distinta a sus empleados. No lo hacen de una forma que sugiera que son mejores que otros, sino de una forma que les permite mantener una perspectiva objetiva de todo lo que sucede en su organización.

Simpatizan profundamente con su gente y clientes

Los líderes extraordinarios elogian en público, pero abordan los problemas en privado y con una preocupación genuina.

Los mejores guían a los empleados a través de desafíos, siempre buscando soluciones para lograr el éxito a largo plazo de la organización.

Cuando tienen problemas, en lugar de hacer las cosas personales o culpar a las personas, los líderes buscan soluciones constructivas y se enfocan en seguir adelante.

Delegan responsabilidades y confían

Los líderes extraordinarios asumen la responsabilidad del desempeño de todo su equipo, incluso el suyo.

Realizan un seguimiento de todos los problemas pendientes, llevan un control sobre sus empleados y monitorean la efectividad de las políticas y procedimientos de la compañía.

Cuando las cosas van bien, alaban. Cuando surgen problemas, los identifican rápidamente, buscan soluciones y vuelven a encarrilar a su equipo.

Inspiran a quienes los rodean

Si se junta todo lo anterior, se verá que lo que emerge es la imagen del líder inspirador: alguien que se comunica de manera clara, concisa y, a menudo, motiva a todos a dar lo mejor de sí mismos todo el tiempo.

Desafían a su gente estableciendo estándares y expectativas altas, pero alcanzables, y luego les brindan el apoyo, las herramientas, la capacitación y la flexibilidad necesarias para que alcancen sus objetivos y se conviertan en los mejores empleados que puedan ser.

Fuente: iProfesional

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