¿Visitar 196 países en 18 meses por un récord es una hazaña o una estupidez?

Una estadounidense de 24 años se ha convertido en la persona más joven que ha visitado los 196 países del mundo. Y también, la más rápida: lo hizo en poco más de un año y medio. ¿Lo repetirías? 

Taylor Demonbreun es una estadounidense de 24 años, originaria de Tuscaloosa, Alabama, que acaba de hacerse famosa por batir un cuádruple récord Guinness: ser la persona más joven y la más rápida (además de mujer) en visitar los 196 países soberanos que existen en el mundo, según la ONU. Lo hizo en 18 meses, batiendo por solo cinco días la anterior marca de la también norteamericana Cassandra De Pecol, que los completó en 2017 en 559 días.

Sí, como lo oye: 196 países en un año y medio. El mismo tiempo en el que el común de los mortales suele pasar tres semanas en Benidorm y otra en Disneyland con los niños.

Según cuenta en su blog, Taylor Demonbreun decidió emprender la aventura tras visitar una veintena de países durante sus estudios de economía y política en la Universidad de Vanderbilt-Nashville (Tennessee). “Esto despertó mis ansias de viajar más”, dice. Empezó en junio de 2017 en la República Dominicana y terminó el 7 diciembre de 2018 en Canadá. El pasado 10 de junio Guinness World Records le entregó en Nueva York los diplomas que acreditaban sus cuatro marcas mundiales.

Hazaña para unos, soberana estupidez para otros, el vídeo de Taylor en YouTube lleva ya más de un millón de visualizaciones y miles de comentarios de todo tipo.

¿Cómo lo financió? Un padre rico, dicen los comentarios más maliciosos en YouTube. Ella lo niega: “Trabajé todos los veranos mientras estudiaba y ahorré. En total gasté unos 70.000 dólares en alojamientos, pasajes aéreos y lo esencial del día a día”. Aunque confiesa que entre el "95% y 99%" de los hoteles le dieron acogida gratis a cambio de promoción. Otra de las críticas que ha recibido es que en el vídeo publicado de algunos países solo aparece la imagen de la sala de espera de un aeropuerto, como en Afganistán, Guinea-Bissau o Mongolia, por lo que mucha gente entiende que estuvo solo en tránsito, no dentro del país en cuestión. He intentado ponerme en contacto con ella por diversos canales para corroborar este punto, pero de momento no he recibido respuesta.

Cuenta también que viajó sola todo el tiempo menos 10 días en los que su familia se reunió con ella en Nueva Zelanda. “Esa fue la mayor cantidad de tiempo que pasé en un solo país”, reconoce. ¿El mayor obstáculo?, "obtener visados". ¿Lo mejor del viaje?, "comprobar lo amables y serviciales que son las personas de todo el mundo y qué similares somos todos”.

Soy el menos indicado para juzgar a Taylor Demonbreun. Le doblo y mucho la edad, llevo viajando desde los 15 años y ni de lejos llego a 196 sellos diferentes en el pasaporte. Es más, jamás he contado los países que he visitado porque me parece de mal gusto alardear de esa cifra.

Pero si hacemos un rápido cálculo, un año y 189 días, que es lo que declaró haber tardado, suman 554 días. Que dividido por 196 países sale a una media de 2,82 días en cada país, incluidos los traslados de uno a otro. ¿Mereció la pena? ¿Conoció de verdad alguno? Que cada cuál saque sus conclusiones. A mí me gusta viajar más lento, saboreando lugares en vez de coleccionarlos. Pero reconozco el mérito de Taylor y me quito el sombrero ante su determinación.

Si tuviera que ponerle un “pero” a su aventura, más que por las prisas del viaje lo haría por la calidad de sus vídeos (disculpen, es deformación profesional). Ya que iba a emprender un viaje que haría historia… ¡podía haber tomado antes unas clases de cómo usar una videocámara!

Fuente: elpais.com

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