Poemario de Rómulo Guedez

Rómulo Guedez, poeta y dramaturgo, compositor de arias románticas y costumbristas, veguero de selecto espíritu, conductor del programa “Ocio y Turismo”; convencido de que los sueños pueden transformar la vida, emerge con 89 “Poemas Jodedores”, condensados en 3 capítulos, donde sus inquietudes espirituales encuentran cause en palabras vertidas en el verso no aprisionado por moldes estéticos.

“Poemas Jodedores” es un libro de poemas vanguardistas, sueltos y libres; con significado y trascendencia. Obra fluida, pareja y bien delineada; demuestra auténtico valor cultural sin perder vigencia; expresa vivencia y realidad; refleja sentimiento y ensueño. Resultado del ensueño, fija que la poesía no tiene linderos físicos; es misterio, perpetuidad y cabe dentro de lo infinito. En estas incursiones, el poeta centraliza su ocio en la lírica romántica y el simbolismo erótico; manifestación de su espíritu, reflejo del subconsciente, reflejo de la vida, de la realidad. Es el poeta, que al crear imágenes, refleja y expresa rasgos típicos y esenciales de la realidad representativa de la vida, la cual cala en el mundo interior de lo representado, “Como el viejo cañón enterrado en el umbral de la puerta saltó por los aires hiriendo la melancolía de su inutilidad”.

El libro de Rómulo Guedez pareciera un refugio de intimidades, memorias de su afecto, que habla de sí mismo. Como la prosa vertida en sus “Cuentos Adictos”, recurre ahora a versos libres; “soñando en gotitas de placer que dominan sueños eróticos de adolescencia… la búsqueda en las gotas de rocío de alguna hoja rota, en el canal arenisco de aguas salubres… Pierde la direccionalidad y la busca en la dulzura de aguas cristalinas que descubre con los pasos; porque las huellas dejan canales”. Así, sueña y relata experiencias, a manera de empedernido soñador que mira a los demás con ojos distintos la belleza de lo natural y la grandeza de lo aparentemente sencillo y cotidiano. Su sensibilidad le otorga medios de alcanzar interpretaciones de particular sentido. Al soñar, anhela y sufre, a la vez que canta y se consuela. “Al igual que aves canoras, ofrece lo que la mente y el corazón le perfuma”.

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