Entre Cielo y Tierra: “Impacto de los desastres naturales en el turismo”

En el continente americano, incluida la subregión Caribe, los desastres naturales tales como huracanes, tornados, deslaves, incendios y terremotos, se han hecho más frecuentes y de mayor intensidad. Amén de los graves daños que estos causan en la infraestructura, viviendas y comercio, la actividad turística, en toda su extensión, también se ve severamente afectada. Uno de los recientes huracanes, IAN, causó estragos a su paso por varias áreas entre las cuales destacan Puerto Rico, República Dominicana, Jamaica, Cuba, y algunos estados de USA. En el estado de la Florida, USA, afectó severamente a ciudades como Fort Mayers, Naples, Tampa, Saint Petersburg y Saint Agustine, localidades estas cuyas economías dependen en alto grado del turismo.


En Cancún y Ciudad de México, quizás las zonas turísticas más importante de ese país, todavía está fresco el recuerdo de las calamidades que algunos huracanes y terremotos dejaron a su paso; también en algunos países de Centroamérica dichos fenómenos naturales han desbastado zonas turísticas.

En Venezuela, el deslave ocurrido en el estado Vargas en diciembre de 1999, inhabilitó por algunos años esa importante área turística y dejó varias estructuras hoteleras completamente fuera de servicio. En los últimos 25 años varias tormentas tropicales han causado daños en la infraestructura y servicios y, en consecuencia, el turismo también se ha visto afectado.

Con el llamado cambio climático, todos estos problemas se han convertido en recurrentes, y para que la actividad turística se restablezca en cada caso, hace falta una importante capacidad de respuesta de las autoridades gubernamentales en todos sus niveles, así como de las comunidades afectadas. También las actividades preventivas son de suma importancia, ya que, si se conoce el ciclo histórico de las afectaciones y daños, se puede prever que en los casos de repetición haya mejor preparación para que estos sean menores.

Los servicios públicos de electricidad, comunicaciones, transporte, salud y seguridad son esenciales, por lo que es menester que sean los primeros en reestablecerse.

En las islas del Caribe, donde el turismo es su principal actividad económica, la recuperación de la infraestructura y servicios, cada vez que se ven afectados por un desastre natural, es urgente, porque la mayoría de la población depende del ingreso percibido trabajando en hoteles, aeropuertos, puertos, agencias de viajes, restaurantes, sitios de interés turístico, transporte y recreación. Gracias a la pronta acción de las autoridades, todos los años la actividad turística renace en la mayoría de los casos.

En Venezuela, país donde aspiramos relanzar con fuerza la actividad turística, las catástrofes naturales se suman a toda la lista de importantes problemas que debemos solucionar para poder avanzar en el desarrollo del turismo interno y en el crecimiento sostenible del turismo internacional receptivo, por esa razón es muy importante que nuestra capacidad de respuesta sea rápida y eficiente.

Willian J. Bracho
Abogado, Maestría en Gerencia del Turismo Sostenible
Especialista en Dº de la Navegación
wjbracho@yahoo.com

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