La fértiles tierras de Tacarigua, en el municipio Gómez, cuentan con un restaurante campestre, hoy en día muy visitado por turistas nacionales y extranjeros, gracias al poder de las redes sociales.
Palmas datileras y tamarindos reciben a quienes visitan La Grea, en lo que antes fue el hogar de la familia Rivera-Nuñez.
Fue allí donde la matrona Elvia Núñez de Rivera, crió a sus hijas Leyda y Yumelis, quienes tomaron el recetario de su madre para convertirlo en un negocio familiar con la producción de licores de dátil, tamarindo y parchita, únicos por su exquisito bouquet, los cuales cuentan con el Certificado de Producto Envasado (CPE), emitido por Sencamer, el ente rector y regulador del Sistema Venezolano para la Calidad.
Leyda recuerda que la idea de producir licor con frutas de su conuco, viene de la experiencia familiar, ya que su abuelo, Candelario Nuñez era el dueño de esos terrenos donde nunca faltaba la garrafa de ron con ponsigué.
“Esa era la bebida especial que en mi familia se preparaba para las fiestas y las navidades. En una oportunidad la producción de tanto dátil, llevó a mí mamá a macerar esta fruta y ver qué salía y en unos meses resultó la bebida suave, dulce y delicada que ahora resalta entre los productos hechos en Margarita.
De tanto recibir visitas para degustar la línea de licores de La Grea, surgió el entusiasmo de crecer como restaurante campestre, el cual actualmente ofrece exquisitos platos de la gastronomía criolla y que lo han convertido en referencia mundial.
El bucólico lugar es el punto de partida para que los turistas rusos, de esos que hoy visitan esta tierra de gracia, puedan satisfacer sus deseos de acampar y hacer senderismo en el cerro El Guayabal que bordea ese restaurante campestre.
El chef Rafael Cabrera, esposo de Leyda, es el encargado de los platos que allí elaboran para extasiar los paladares de quienes visitan La Grea, tanto desde Margarita, resto del país y del mundo.
@decxyguedez