Las autoridades de Roma están considerando la implementación de una tasa de 2 euros para los turistas que deseen acceder a la famosa Fontana de Trevi. Esta iniciativa busca gestionar el elevado flujo de visitantes que atrae a miles de turistas cada día. La cifra planteada se asemeja, según los responsables de turismo, a las monedas que los visitantes tradicionalmente arrojan a la fuente, convirtiendo esta propuesta en un tema relevante en el debate sobre el acceso a sitios históricos.
Según la propuesta en estudio, la tarifa solo se aplicaría a las personas que accedan a los nueve escalones de piedra que llevan a la fontana. Aquellos que prefieran observarla desde la plaza contigua no tendrán que pagar, al igual que los residentes de la ciudad. Esta medida pretende equilibrar el acceso, permitiendo que los locales y los turistas que no se acerquen demasiado continúen disfrutando de la plaza sin costos adicionales.
La iniciativa romana se inspira en la reciente decisión de Venecia, que comenzó a cobrar una tarifa de 5 euros a los turistas por el acceso temporal a la ciudad. Antes de implementarse, la propuesta deberá ser aprobada por el municipio de Roma. De acuerdo con el departamento municipal de turismo, se espera que este sistema de cobro esté operacional para la primavera de 2025, facilitado mediante reservas y códigos QR. Esta estrategia podría ayudar a regular el turismo masivo y asegurar que la Fontana de Trevi permanezca un lugar mágico tanto para visitantes como para incógnitos que viven en Roma.