Con la fecha de inauguración cada vez más cercana, las autoridades peruanas y las entidades involucradas en el desarrollo del aeropuerto tienen la tarea de encontrar un equilibrio entre la finalización del proyecto y la implementación de medidas que eviten impactos negativos en las aerolíneas y los usuarios.
La próxima inauguración del nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, programada para el 18 de diciembre de 2024, ha generado una creciente preocupación en el sector aéreo. Durante el II Foro Andino “Desafíos del Transporte Aéreo en la Región”, organizado por la Comunidad Andina de Naciones (CAN), diversas empresas y gremios vinculados al transporte aéreo advirtieron sobre los desafíos que Lima podría enfrentar como hub internacional debido a las características del nuevo terminal.
Martin La Rosa, gerente para Perú y Bolivia de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), fue uno de los principales voceros en alertar sobre los riesgos que podrían surgir tras la apertura de la nueva terminal. Según La Rosa, existen serias preocupaciones sobre el impacto que tendrá la infraestructura en las aerolíneas y los pasajeros, razón por la cual recomendó postergar la inauguración hasta finales de enero de 2025.
Entre las inquietudes expresadas, La Rosa señaló la posibilidad de una disminución en la capacidad operativa del aeropuerto durante el 2025, ya que el número de vuelos por hora podría reducirse de 35 a 29. Este problema se atribuye principalmente a que la nueva pista fue construida con solo una calle de salida rápida, lo que podría limitar la eficiencia en el despegue y aterrizaje de las aeronaves.
Impacto económico y tarifas aeroportuarias
Otro punto de preocupación para IATA es el posible incremento en las tarifas aeroportuarias, debido a que los costos de la inversión en la nueva terminal (aproximadamente US$ 2 mil millones) podrían trasladarse a los usuarios. Esto no solo afectaría a las aerolíneas, sino también a los pasajeros, quienes podrían enfrentar un aumento en el cobro de la TUUA (Tarifa Unificada de Uso de Aeropuerto) para aquellos en tránsito o transferencia.
El aumento de las tarifas, combinado con una menor eficiencia operativa, podría afectar seriamente la competitividad de Lima como centro de conexiones aéreas en la región. La conectividad aérea es crucial para el desarrollo del turismo y el comercio, por lo que es fundamental que el gobierno y las autoridades trabajen de forma coordinada para mitigar estos riesgos”, afirmó La Rosa.
Recomendaciones para mejorar la competitividad
Durante el foro, IATA también hizo un llamado a los países miembros de la CAN para que prioricen medidas que fomenten el crecimiento del tráfico aéreo internacional entre las naciones de la región. Actualmente, el tráfico aéreo interregional representa solo el 10% del total internacional, lo que indica un amplio margen para su expansión.
Una de las propuestas clave es otorgar “trato doméstico” en cuanto a tarifas por servicios aéreos y aeroportuarios a los vuelos entre los países de la CAN. Esta medida podría triplicar el porcentaje de vuelos interregionales, beneficiando tanto a las aerolíneas como a los usuarios, al ofrecer tarifas más competitivas y estimular un mayor flujo de pasajeros.