Cuando Netflix destronó a Blockbuster, el gigante del entretenimiento en casa por excelencia, a finales de los años 90, pocos podían imaginar hasta dónde llegaría lo que hoy conocemos como el modelo de suscripción.
El modelo de suscripción es un tipo de negocio en el que los clientes pagan una tarifa recurrente, generalmente mensual o anual, para acceder a un producto o servicio de forma continua. A diferencia de una compra única, los usuarios mantienen el acceso mientras sigan pagando la tarifa. Este modelo es común en servicios digitales como plataformas de streaming (Netflix, Spotify), software como servicio (SaaS) (Microsoft 365, Adobe Creative Cloud), y también en productos físicos como cajas de suscripción (Birchbox, HelloFresh). El objetivo es generar ingresos recurrentes y fomentar la lealtad a largo plazo de los clientes. A esta lista no solo podemos añadir música, radio o televisión, sino también alquiler de vehículos, gimnasios, aplicaciones móviles… En fin, la lista parece interminable.
Ahora, las aerolíneas se han sumado a este exitoso modelo de negocio. Aunque lo promocionan como “vuele todo lo que quiera” o “All you can fly” (similar a los buffets all-you-can-eat), en realidad se trata de una suscripción anual que permite al viajero frecuente —no tendría sentido de otra manera— volar de forma ilimitada, dentro de ciertas condiciones.
La aerolínea de bajo costo húngara Wizz ha implementado este novedoso programa desde sus hubs en Europa, ofreciendo vuelos de ida o, por un costo adicional, vuelos de ida y vuelta. La suscripción mensual da derecho a un viaje por mes desde uno de esos hubs hacia cualquier destino al que vuele la aerolínea. Tanto el equipaje de mano como el facturado pueden añadirse con suplementos adicionales para cada caso.
Desconozco el alcance o éxito de este programa, y si será sostenible en el tiempo. Este tipo de suscripción está dirigida a un grupo muy específico de viajeros que puedan beneficiarse de la modalidad, pero lo cierto es que la suscripción aérea ya es una realidad. Solo el tiempo dirá si Wizz está adelantada a su tiempo, y si tendrá el mismo destino que las aerolíneas low-cost pioneras, como Laker, que en la década de los 70 ofrecía vuelos entre Londres y Nueva York, fracasando en su momento, aunque hoy las aerolíneas de bajo costo son comunes en todo el mundo.
Lo que sí es indudable, es que estamos ante una nueva era en el transporte aéreo de pasajeros y el futuro cercano nos lo irá mostrando.
Senior event planner and senior event consultant, University Professor, Trainer, Photographer, Lecturer, and Columnist.