La dulcería tradicional del estado Nueva Esparta es única y ancestral, un verdadero tesoro culinario que ha ido perdiendo protagonismo en los últimos años. En panaderías y cafeterías, su presencia ha disminuido notablemente, lo que ha llevado a la comunidad a buscar formas de revitalizar esta herencia.
Ante esta situación, la Cámara Gastronómica Insular ha decidido tomar medidas proactivas para empoderar a las comunidades locales. Ello implica la creación de centros de producción de dulces autóctonos, que serán distribuidos a través de las redes de restaurantes en la región insular.
Juan José Hassan, vicepresidente de la Cámara Gastronómica, enfatizó la importancia de apoyar a las comunidades, señalando que este trabajo involucra tanto al ejecutivo nacional como al regional.
La presidenta del Instituto de Cultura, Patrimonio, Turismo y Recreación del Municipio Arismendi, Vanesa Campo, también subrayó la necesidad de rescatar las tradiciones culturales y artísticas de la región. La Casa de la Cultura ha iniciado un reimpulso de estas actividades a través de talleres y cursos para niños.
Giodardo Vásquez, representante de la emblemática panadería El Pan de Mama, nos cuenta que su familia ha mantenido viva esta tradición durante más de 80 años.
Los típicos dulces margariteños, como el pan de leche, empanadas de guayaba y la conocida cuca pargueta, son esenciales para preservar la identidad gastronómica de Nueva Esparta.
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