El presidente de la República de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, ha decidido no promulgar el decreto del Gobierno luso que autorizaba la privatización de al menos el 51% del capital de la aerolínea TAP Air Portugal. El motivo de esta decisión es que el jefe del Estado reclama una mayor información y transparencia sobre la operación relacionada con la compañía aérea, que considera estratégica para el país.
Según se recoge en un comunicado oficial de la Presidencia de la República, Rebelo de Sousa exige más información sobre la capacidad del Estado para controlar e intervenir en una empresa como TAP, sobre la venta o adquisición de activos incluso antes de la privatización y sobre la transparencia de toda la operación.
El presidente portugués también quiere conocer los detalles del plan estratégico y financiero que se ha elaborado para garantizar el futuro de la aerolínea, que ha recibido una gran cantidad de dinero público para asegurar su supervivencia. Según el Gobierno luso, TAP ha recibido más de 3.200 millones de euros en ayudas estatales desde 2015.
El decreto que el presidente de Portugal no ha promulgado fue aprobado por el Gobierno luso a finales de septiembre. Según el mismo, el Estado se quedaría con el 49% de las acciones de TAP, mientras que el 51% restante se repartiría entre los inversores privados.
Ante esta situación, el presidente Rebelo de Sousa ha decidido frenar la operación y devolver el decreto para que sea revisado. El jefe del Estado ha afirmado que su intención no es bloquear la privatización, sino garantizar que se haga con el máximo rigor y respeto por el interés público.