El primer ministro portugués, Luis Montenegro, ha reafirmado la intención del gobierno de mantener el hub de TAP en Lisboa, a pesar de su privatización. Este movimiento se alinea con la visión estratégica del país, destacando que TAP no solo representa un activo financiero, sino un componente crucial para las rutas aéreas entre Europa y Brasil.
Varios grupos europeos, incluidos Air France-KLM, Lufthansa e IAG, han expresado su interés en participar en la privatización de TAP. Esta situación ha sido observada con atención, ya que los procesos de privatización en el sector aéreo suelen tener un gran impacto en la conectividad y la competencia en el mercado.
A lo largo de los años, la privatización de TAP ha enfrentado numerosos retrocesos, a menudo debido a las crisis políticas que han afectado al país. Ahora, tras las elecciones del 18 de mayo, el gobierno espera lograr un avance significativo en el proceso, aunque también anticipa una “situación más difícil” que podría llevar a la oposición a bloquear algunas decisiones estratégicas.
Como parte de su estrategia, el gobierno planea vender al menos el 49% de la compañía, lo que le permitiría mantener una posición mayoritaria y evitar una oposición política en el parlamento.