En la tarde de este sábado las compañías aéreas que operan en Argentina recibieron un correo electrónico de la Administración Nacional de Aviación Civil a través del cual les informaron que a partir del lunes 29 de marzo quedarán suspendidos todos los servicios aéreos internacionales que fueran oportunamente aprobados.
La medida sorprendió a las aerolíneas dado que ocurre apenas un día después de que el gobierno argentino suspendió los vuelos desde y hacia Brasil, Chile y México, tal vez la medida más dura desde que se rehabilitaron los vuelos regulares en octubre del año pasado, por lo que las operadoras no llegan a entender lo que consideran un repentino e improvisado nuevo cambio en las reglas del juego, aún dentro del contexto pandémico.
El justificativo para volver a solicitar una reprogramación de los vuelos se encontraría en la necesidad de mantener una separación de dos horas entre los arribos internacionales mientras se prepara un «corralito» en el que se mantengan a los pasajeros de cada vuelo esperando el resultado de los tests que, ahora, son obligatorios en todos los casos.
Pero, al margen de lo entendible de la medida, desde las compañías también criticaron, no solo el carácter sorpresivo de la misma, sino también la falta de mayores detalles respecto a su implementación. «Es muy difícil trabajar así», manifestó con resignación a Aviacionline una fuente de la industria, quien también criticó que bien se podría aprovechar todo el espacio disponible en la nueva estructura de la terminal B para armar más «corralitos» y así no forzar a nuevas reprogramaciones.
La ANAC seguía manteniendo el sistema de aprobación de programaciones mensuales y hasta el viernes a la mañana la mayoría de las compañías aéreas no había recibido las correspondientes al mes de abril, pero se descontaba que sucedería, por lo que la comunicación recibida sorprendió y dejó sumida en la incertidumbre a todas. Y ni hablar a los pasajeros.