Grecia tiene una tradición de ser pionero en los cruceros que se ofrecen por las islas griegas. Tiene más de 6.000 islas, de las cuales están habitadas unas 100, en un crucero de cuatro o cinco días por el Egeo, se puede visitar Mykonos, Rodas, Creta y Santorini, además de poder visitar lugares como Éfeso (en la actual Turquía).
El gobierno griego está considerando imponer límites al número de visitantes de cruceros en sus puertos más populares, siguiendo medidas similares adoptadas por otros países y ciudades para combatir el turismo masivo.
El primer ministro Kyriakos Mitsotakis ha mencionado recientemente la posibilidad de implementar restricciones a partir del próximo año.
Según ha explicado el propio ministro el pasado 14 de junio en una entrevista en Bloomberg el gran número de pasajeros de cruceros está provocando hacinamiento en las islas y atascos de tráfico marítimo, algo que puede disuadir a los cruceristas y otros turistas a regresar, y perjudicando la calidad de vida de los locales, con un impacto especialmente grave en Santorini.
“Santorini es la más sensible, Mykonos será la segunda. Aunque muchas islas griegas están sufriendo el peso de su popularidad, estas son las que más ‘están sufriendo claramente'”, dijo el primer ministro Kyriakos Mitsotakis a Bloomberg.
Cruceros en Santorini
El simple hecho de considerar este posible límite ha causado una gran preocupación en la industria de los cruceros y ha afectado a los precios de las acciones de las navieras cotizando en bolsa.
El turismo juega un papel crucial en la economía griega, y los cruceros por las islas griegas son una de las actividades turísticas más populares desde la década de 1950.
En 2023, Grecia vio un aumento del 50% en las llegadas de pasajeros de cruceros, particularmente en Santorini y Mykonos.
Los barcos de cruceros suelen tener como puerto base en Grecia el de El Pireo o desde otros muchos puertos situados en países del Mediterráneo, y hacen escala en estas islas en itinerarios que van
desde unos días hasta más de diez.
Santorini y Mykonos afectados por su alta popularidad
La famosa isla de Santorini tuvo 800 escalas de cruceros en 2023, lo que atrajo a 1,3 millones de visitantes, un aumento del 17% en comparación con 2022.
La afluencia de turistas provoca largas esperas y colas, especialmente para el teleférico que transporta a los visitantes desde el pequeño puerto hasta la cima de la isla volcánica.
Autoridades de Santorini han estado buscando controlar la afluencia de cruceros durante casi una década debido a estos problemas, agravados por el considerable aumento del tamaño de los barcos.
Mykonos, otro popular destino casi siempre incluído en los itinerarios de cruceros por las islas griegas, tuvo 749 visitas de cruceros en 2023, un 23% más que el año anterior.
El primer ministro Mitsotakis sugirió que las restricciones a las visitas de cruceros a estas islas podrían comenzar en 2025, posiblemente mediante la limitación de los amarres o estableciendo un proceso
de licitación para que las líneas de cruceros aseguren franjas horarias.
Este enfoque es similar a las restricciones en el Parque Nacional Glacier Bay en Alaska, que limita el número de entradas diarias de cruceros.
Grecia se encuentra ahora entre los destinos que enfrentan el exceso de turismo, como calles abarrotadas y menor atractivo para los visitantes de hoteles.
Las islas griegas no son las primeras en poner control al turismo masivo, incluyendo la llegada de barcos de cruceros.
En Europa, Venecia ha prohibido a los grandes barcos cruzar su laguna para proteger los edificios históricos, así como también limitar el número de grupos que se permiten visitar Venecia, mientras que ciudades como Ámsterdam han sacado los barcos de los centros urbanos.
En Estados Unidos, Juneau, Alaska, planea regular el tráfico diario de pasajeros de cruceros a partir de 2026, y otros destinos como Bar Harbor, Maine, y Key West, Florida, también apuntan a limitar la presencia de grandes cruceros.
En España, Barcelona, Palma de Mallorca y recientemente Valencia ya están proponiendo medidas para reducir la llegada de barcos (especialmente los mega barcos de cruceros).
Y es que es tal la afluencia de cruceristas en Barcelona, que los residentes se están quejando cada vez más, porque se sienten invadidos en la mayoría de calle del centro.
En un futuro no muy lejano, otras ciudades se plegarán a esta decisión, controlando al turismo masivo de una manera que no entorpezca a la cotidianidad de las ciudades.
Fuente: Crucero Adicto
Por: Maria Elena Franceschi /Director de TOP CRUISES Representantes de Norwegian Cruise Line/ Emerald Spanic -Scenic Group en Venezuela.
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