Es difícil imaginar cómo será viajar cuando esta crisis termine, son muchas las cosas que cambiarán, así como pasó con el 11 de Septiembre, después de ese momento, ya los viajes no fueron los mismos.
Así mismo será el antes y el después del Covid-19, esto ha sido un drama humano, la gente tiene miedo, la gente no quiere estar donde existan aglomeraciones y no será fácil reactivar la parte internacional.
Esto ha sido una situación muy devastadora y el turismo es el sector más golpeado, pero también el turismo se ha recuperado de las crisis pasadas y los analistas creen que habrá una recuperación nuevamente.
Este problema afectará la industria aeronáutica de pasajeros, como la industria hotelera, la industria de alquiler de habitaciones y apartamentos, y por supuesto nuestra industria de cruceros.
Habrá que crear confianza en la gente para que sepan que es seguro viajar.
Desde mi punto de vista, los cruceros serán económicos, a medida que las líneas de cruceros poco a poco reinicien sus operaciones, los viajeros necesitarán ver una importante caída en los precios, para convencerlos a viajar y allí es donde los cruceristas tomarán ventajas de esto.
Lo que sí será un desafío es atraer a nuevos clientes, después de todas las noticias en los últimos meses de brotes de coronavirus en algunos barcos, restricciones de viajes, puertos de atraques negados, la gente querrá ver verdaderamente cambios importantes.
Y unos de los pilares será el saneamiento, esto será un reto y deberá ser un plan robusto implementado por todas las líneas de cruceros en conjunto, tendrán que cambiar la forma en que monitorean y cuidan a los pasajeros, a fin de que los cruceristas aumenten su nivel de confort y seguridad. Deberán ser medidas visibles para mostrar cual es el nivel más alto posible en las medidas higiénicas a bordo.
Estoy al tanto que en Norwegian Cruise Line han continuado y han mejorado su plan de despistaje y saneamiento, aunque NCl siempre ha mantenido unas políticas muy estrictas al respecto.
Ha sido de mucha utilidad el sistema exclusivo que tiene NCL del “Freestyle Cruising” donde al no tener horarios específicos, ni asignación de puestos, ni la obligación de compartir mesas con gente extraña en los comedores, se evita el hacinamiento, siendo que existen muchas opciones de restaurantes a elegir.
Creo que los viajeros una vez sean levantadas las medidas restrictivas, serán más críticos al momento de elegir, buscarán opciones que les permitan disfrutar sus vacaciones de la manera más segura posible.
Al momento de escribir éstas líneas, casi la totalidad de los barcos de cruceros está anclados en puerto, pero muy pronto surcaremos nuevamente los mares haciendo realidad los sueños, llevando felicidad y nuevas experiencias a los pasajeros.
Por: Maria Elena Franceschi/ Directora Top Cruises – Representantes de Norwegian Cruise Line para Venezuela.
