Es el componente supersónico de la fuerza de bombarderos de largo alcance de la USAF, junto a los subsónicos B-52 Stratofortress y B-2 Spirit.
El B-1B Lancer, utilizado por Estados Unidos para su ataque contra posiciones proiraníes en Irak y Siria, es un bombardero estratégico pesado de largo alcance que puede transportar la mayor carga convencional de armas guiadas y no guiadas del inventario de la USAF. Este aparato multimisión es la columna vertebral de la fuerza de bombarderos de largo alcance de Estados Unidos. Puede lanzar rápidamente cantidades masivas de armas de precisión y no precisión contra cualquier adversario, en cualquier lugar del mundo y en cualquier momento.
Se trata de un cuatrimotor con ala de geometría variable, usado por la USAF desde 1986. Concebido inicialmente en los años 60 como un bombardero supersónico con suficiente alcance y capacidad de carga como para reemplazar al Boeing B-52 Stratofortress, finalmente en los años 1980 se desarrolló principalmente para realizar incursiones a baja cota, con largo alcance y capacidad de vuelo supersónico a gran altitud.
Diseñado por Rockwell International, el desarrollo de este bombardero se retrasó en múltiples ocasiones a lo largo de su historia, ya que la teoría del equilibrio estratégico cambió de la respuesta flexible a la destrucción mutua asegurada y viceversa. Tras la construcción de apenas cuatro prototipos de una primera versión, el B-1A, se canceló el proyecto, que resurgió unos años después, ya con la versión B-1B en 1980, diseñado fundamentalmente para el bombardeo de incursión a baja cota. Entró en servicio en 1986 con el Mando Aéreo Estratégico de la USAF como bombardero nuclear.
Una de sus principales ventajas es su capacidad de portar armamento: sus tres bodegas de bombas en su fuselaje pueden portar 34.000 kg de bombas o misiles. Además, cada una de estas bodegas puede ser equipadas con lanzadores rotativos. Por si fuera poco, además dispone de seis soportes externos en los que puede cargar 23.000 kilos más de armamento.
En la década de los noventa, el B-1B fue modificado para ser usado como bombardero convencional. Entró en combate por primera vez durante la Operación Zorro del Desierto en 1998 y después en el bombardeo de la OTAN sobre Yugoslavia del año siguiente. El B-1B continuó apoyando las fuerzas militares estadounidenses y de la OTAN en Afganistán e Irak.
En 1999, se emplearon seis B-1 en la Operación Fuerza Aliada, la operación de la Alianza Atlántica contra Yugoslavia, entregando más del 20?% del total de la artillería mientras volaban menos del 2?% de las salidas de combate. Durante los primeros seis meses de la Operación Libertad Duradera, lanzada por Estados Unidos y sus aliados contra Afganistán tras el 11-S, ocho B-1 lanzaron casi el 40?% del tonelaje total entregado por las fuerzas aéreas de la coalición. Esto incluyó casi 3.900 JDAM. En la Operación Libertad Iraquí, el avión voló menos del 1?% de las misiones de combate, mientras que entregó el 43?% de los JDAM usados.
El B-1 Lancer es el componente supersónico de la fuerza de bombarderos de largo alcance de la USAF, junto a los subsónicos B-52 Stratofortress y B-2 Spirit. El B-1 es llamado habitualmente «Bone» (originalmente «B-One»). Tras la retirada del General Dynamics/Grumman EF-111A Raven en 1998 y el Grumman F-14 Tomcat en 2006, el B-1B es el único avión con ala de geometría variable activo en las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos.