Desde la Cámara de Energía Oscura situada en Chile, se ha podido captar en imágenes una curiosa figura espacial cuyo origen sigue levantando debate entre la comunidad científica
Desde tiempos inmemoriales, los ancestros del ser humano han elevado la vista hacia el cielo para contemplar la inmensidad del espacio. No son pocas las tradiciones antiguas que basaban sus artes adivinatorias y actos proféticos en la observación directa de los elementos del cosmos.
El cerebro humano, por supervivencia, ha evolucionado para ser capaz de reconocer formas y patrones claramente identificables visualmente en el mundo que lo rodea. A pesar de ello, la mente muchas veces en engañosa, e interpreta la existencia de objetos, animales o figuras donde no hay más que líneas abstractas. Todo el mundo ha jugado alguna vez a encontrarle algún parecido a las nubes, las vetas de las baldosas o las manchas en la pared.
En este caso, ha sido un grupo de expertos el que ha visto una extraña figura en una formación espacial, combinando así la intuición natural humana con el estudio del método científico y la astronomía.
Encuentran «la mano de Dios» proyectada hacia el cosmos
La NASA ha informado de una curiosa estructura que ha podido ser avistada desde la Cámara de Energía Oscura (DECam) del Observatorio Cerro Tololo, en Chile, como parte un programa de NOIRLab.
Este conjunto espacial se encontraría a unos 1.300 años luz del planeta Tierra, formando parte de la constelación de Puppis. Tiene la apariencia de una mano fantasmal extendida hacia el cosmos, emergiendo desde el polvo espacial.
Tal y como ha informado la NASA a EuropaPress, esta «mano de Dios» es un tipo de estructura ya conocida y clasificada por los astrónomos. Se trata de un cúmulo cometario conocido por las siglas «CG 4», y constituye una formación turbia y ominosa, siendo uno de tantos cúmulos cometarios ya identificados esparcidos a lo largo de la Vía Láctea.
De qué está hecha «la mano de Dios»
Estos glóbulos cometarios son una subclase de las nebulosas oscuras que se conocen como «glóbulos de Bok», un tipo de nubes aisladas formadas por gas denso y polvo cósmico y rodeadas de materiales ionizados y muy calientes.
En ciertas ocasiones, se producen un desprendimientos de material, que crean una especie de colas que se extienden por el espacio, y guardan parecido con los cometas.
Las imágenes captadas por la Cámara de Energía Oscura desde Chile permiten identificar todas las características que hacen que CG 4 se incluya dentro del grupo de glóbulos cometarios.
Estos son, entre otros, su cabeza de polvo estelar, que cuenta con un diámetro de 1,5 años luz, y su larga cola y más tenue, que se calcula de unos ocho años luz en su longitud. La «mano de Dios», entonces, solo sería un pequeño glóbulo de Bok comparada con el resto de las estructuras espaciales de su especie.
Cómo se pueden observar los glóbulos cometarios
Esta clase de objetos espaciales son muy difíciles de captar por los científicos debido a que son muy tenues. Además, el polvo estelar oscuro de sus colas muchas veces bloquea el paso de casi toda la luz. Fueron observados por primera vez en 1976, a partir de unas imágenes que obtuvo el Telescopio Schmidt del Reino Unido situado en Australia.
La Cámara de Energía Oscura o DeCam es capaz de capturar el tenue resplandor rojizo del hidrógeno ionizado que se encuentra en la cola y el borde exterior de CG 4, gracias a su filtro de Hidrógeno-alfa. Esta clase de luz solo puede ser vista cuando la radiación de las estrellas caliente que se encuentran cerca bombardea y estimula el hidrógeno presente en la «mano de Dios».
A pesar del pequeño tamaño de este glóbulo cometario, tiene la cantidad de gas suficiente como para alimentar la formación activa de varias estrellas nuevas del mismo tamaño que el Sol.
¿Dónde se encuentran estas estructuras? La supernebulosa
Los glóbulos de Bok están repartidos por toda la Vía Láctea, aunque la gran mayoría de ellas, incluida la «mano de Dios», están en el interior de la conocida como «Nebulosa Gum», una titánica mancha de gas incandescente, donde se encuentran al menos 31 otros glóbulos cometarios además de CG 4.
Según ha comentado EuropaPress, se cree que esta gigante nebulosa no es otra cosa sino los restos de una supernova que ocurrió hace un millón de años y que siguen en expansión. Aunque no se conoce el por qué estos glóbulos toman sus formas características, existen dos principales hipótesis sostenidas por los científicos.
El origen de la «mano de Dios»
La primera de las explicaciones que se dan desde la ciencia es que estas estructuras pudieron corresponder a nebulosas esféricas, como podría ser la Nebulosa del Anillo, pero que fueron afectadas por una explosión de supernova cercana, que podría ser la misma explosión que creara la Nebulosa de Gum.
La segunda hipótesis presentada al respecto plantea que esta clase de glóbulos cometarios están formados por vientos estelares y presión de radiación proveniente de estrellas masivas calientes que se encuentran cercanas. Las colas de todos los glóbulos cometarios observados dentro de la Nebulosa Gum parece que tienen sus colas alejándose del centro, donde se encontraría el Remanente de Supernova Vela y el Púlsar de Vela
Este Púlsar de Vela es una estrella de neutrones girando a gran velocidad, formado después del colapso de una estrella masiva, y del que salen los vientos estelares y la presión de radiación que podría estar moldeando los glóbulos cometarios que lo rodean.