Tesla ha anunciado en una publicación de X que su afamado robot Optimus se ha desplegado en una de sus plantas industriales. Dos unidades de este humanoide trabajan desde 2024 como un empleado más en la compañía de Elon Musk.
Tesla ha anunciado que dos de sus robots humanoides Optimus ya están trabajando de forma autónoma en una de sus fábricas. La noticia se dio a conocer el pasado 11 de junio a través del perfil oficial de Tesla en X —anteriormente conocido como Twitter—, como parte de un resumen de logros desde 2018 bajo el liderazgo de Elon Musk.
El mensaje de Tesla, que repasaba varios hitos alcanzados en los últimos años, culminaba con una revelación impactante sobre 2024: “Se han empezado a utilizar dos robots Optimus que realizan tareas en la fábrica de forma autónoma”. Esta es la primera vez que se confirma el despliegue práctico del robot humanoide en un entorno industrial real.
Después del anuncio, la compañía de automóviles de Musk ha vuelto a decir en otra publicación que Optimus ya se está probando en sus fábricas y ha acompañado el mensaje con un vídeo:
Así es Optimus, el robot humanoide de Tesla
Optimus, presentado por primera vez en 2021, es un robot humanoide diseñado para realizar tareas “repetitivas, peligrosas o aburridas” que actualmente realizan los humanos.
Con una altura de 1.73 metros y un peso de 57 kilogramos en el momento de su lanzamiento inicial, Optimus está equipado con una serie de sensores y cámaras que le permiten imitar los movimientos humanos con precisión. Inicialmente, se le dotó de una capacidad para cargar hasta 20 kilogramos y de caminar a una velocidad de 8 kilómetros por hora.
No obstante, el robot ha recorrido un largo camino desde el modelo Bumblebee original de septiembre de 2022. Su última versión actualizada está equipada con actuadores y sensores diseñados por Tesla, es 10 kilogramos más liviana y cuenta con un aumento del 30% en su velocidad al caminar.
El núcleo de Optimus es su sofisticado sistema de inteligencia artificial, que aprovecha la tecnología de aprendizaje profundo utilizada en los vehículos autónomos de Tesla. Esta IA permite a Optimus reconocer objetos, navegar por diferentes entornos y realizar tareas de manera autónoma.
La capacidad de Optimus para aprender y adaptarse mediante actualizaciones de software es un punto clave que le permite mejorar sus habilidades con el tiempo.
Con el despliegue de estos robots en sus plantas industriales, Tesla da un paso más hacia un futuro donde la inteligencia artificial y la automatización desempeñen un papel crucial en la industria, un futuro que a muchos preocupa por su impacto en la pérdida de empleo.