Justin Sun es el fundador de la plataforma de criptomonedas TRON y encabeza el gobierno de un microestado que nadie puede habitar
Su historia es corta, pero rocambolesca. Liberland es una micronación que apenas tiene repercusión en los medios porque, entre otras razones, su existencia no está reconocida por ningún otro estado del mundo ni nadie consigue vivir allí más de unas semanas. Se ubica en un área de 7,2 km² en la frontera entre Serbia y Croacia y forma parte de una zona mayor, por la que cruza el río Danubio, que ha sido objeto de disputa entre ambos países desde 1947. Enfriada durante la etapa en que formaron parte de Yugoslavia, pero revivida tras su desintegración en 1992. Como resultado, en algunas zonas no está formalmente definida la soberanía serbia o croata. Es el caso de Gornja Siga, circunstancia que aprovechó Vít Jedli?ka, del Partido Checo de Ciudadanos Libres, para proclamar allí la micronación de Liberland en 2015.
Liberland es noticia estos días porque ha elegido un nuevo primer ministro. Se trata de Justin Sun, criptomagnate y fundador de la plataforma de criptomonedas TRON, dedicada a acelerar la descentralización de Internet a través de la tecnología blockchain, y que en 2017 Forbes incluyó en su lista 30 under 30 del sector tecnológico para Asia. El anuncio, realizado en la web oficial de la micronación la semana pasada, sigue a la votación realizada por el Congreso de la República de Liberland. Este está formado por 7 miembros que representan a los poco más de 1.000 ciudadanos de la micronación.
Sun toma el relevo de Vít Jedli?ka, el fundador de Liberland que se mantiene como presidente de la república. Durante la campaña, Sun compartió su visión para el país afirmando que ‘así como la Ciudad del Vaticano representa una autoridad espiritual central para los católicos, Liberland será el corazón del movimiento libertario’.
¿Se puede vivir en Liberland?
Liberland fue creada con el propósito de mantener un gobierno pequeño y que fuera un paraíso libre de impuestos, con una economía basada en criptomonedas y tecnología blockchain. Actualmente, el 99% de sus reservas están en Bitcoin. El estado también tiene su propia criptomoneda llamada Liberland dollar token que se puede negociar en exchanges descentralizados.
Pero una cosa es proclamar una micronación y otra tenerla y poder estar en ella. Desde que Gornja Siga fue declarada Liberland, Jedli?ka y otros ciudadanos han entrado en varias ocasiones para terminar siendo expulsados por la policía croata, que se ha encargado durante estos años de mantenerlos alejados de Liberland.
Hay que tener en cuenta que la micronación no cuenta con infraestructuras y que su extensión, similar a la de Gibraltar, está ocupada por bosques y el río Danubio. En estos años, se han construido algunas casas de madera, pero fueron demolidas por Croacia.
La última vez que el presidente Jedli?ka pisó Liberland fue en agosto de 2023. Pudo permanecer, junto a otros partidarios de Liberland, poco más de un mes hasta que de nuevo Croacia lo expulsó, esta vez con una prohibición de entrar en Croacia y Gornja Siga durante cinco años debido a ‘actividades extremistas’.
Pese a que normalmente nadie se encuentra allí, Liberland tiene actualmente 1.200 ‘ciudadanos’ registrados, que han pagado hasta 10.000 dólares para obtener pasaportes liberlandeses, y 735.000 solicitudes de ciudadanía.
