Caitlin Kalinowski, ex jefe de hardware en Oculus VR, será el encargado de liderar el equipo de robótica y el hardware de consumo de OpenAI.
OpenAI alcanzó su máxima popularidad con el lanzamiento oficial de ChatGPT en 2022 y, desde entonces, la compañía de Sam Altman no ha parado de crecer dentro del ámbito de la inteligencia artificial (IA). Sin embargo, con el objetivo de adentrarse en otros mercados, OpenAI podría apostar por la robótica.
No es ningún secreto que OpenAI tiene ambiciones que van más allá del software de chatbot y los grandes modelos de lenguaje, debido a que Caitlin Kalinowski, ex jefe de hardware en Oculus VR, ha compartido en su perfil de la red social X que será el encargado de liderar el equipo de robótica para «llevar la inteligencia artificial al mundo físico» y «descubrir beneficios para la humanidad».
Además, Kalinowski agrega en la plataforma LinkedIn que «OpenAI y ChatGPT han cambiado el mundo, mejorando la forma en que las personas obtienen e interactúan con la información y brindando beneficios significativos en todo el mundo. La IA es la frontera de ingeniería más emocionante de la tecnología en este momento».
¿Dónde se verá reflejada la robótica de OpenAI?
El anuncio llega en un momento en el que OpenAI ha invertido más de dos millones de dólares en la startup Physical Intelligence de San Francisco (Estados Unidos). Sin embargo, a pesar de que la compañía de Altman no ha compartido más información al respecto, todo apunta a que podrían apostar por la fabricación de robótica humanoide o abordar el desarrollo de auriculares o gafas de realidad aumentada que sirvan como asistente personal.
Existen robots que ya integran ChatGPT
OpenAI quiere desarrollar sus propios robots, no obstante, hay una familia de androides que aprovechan la tecnología de ChatGPT para ponerse en marcha.
Hablamos de Figure 02, un robot que llegó a la industria robótica con varias mejoras que le hacen diferenciarse de su antecesor. Dicho dispositivo es eléctrico y autónomo, mide 142 centímetros de altura, pesa 70 kilos, soporta una carga útil de 20 kilos, cuenta con una fuerza similar a la humana, camina sin ayuda humana e integra la inteligencia artificial de OpenAI.
Gracias a la IA de la compañía de Altman, el robot puede trabajar hasta cinco horas, reconoce objetos mediante sus seis cámaras RGB, mueve su cuerpo y manos como si fuese una persona, puede utilizarse en ámbitos industriales y es capaz de entender, razonar y responder con una voz sintética a los humanos.