Ha sido descubierto un planeta de tipo rocoso como la Tierra pero más grande, o sea de la categoría conocida como supertierra, en la zona habitable alrededor de una estrella enana roja.
El hallazgo lo ha hecho un equipo internacional, liderado por Atanas Stefanov, del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y la Universidad de La Laguna (ULL), ambas entidades de España.
La supertierra descubierta orbita en torno a GJ 3998, una estrella enana roja cercana situada a 59 años-luz de distancia de la Tierra. El nuevo planeta, denominado GJ 3998 d, es el tercer planeta encontrado en este sistema.
«GJ 3998 d es una incorporación bienvenida al censo planetario de nuestro vecindario cósmico», afirma Atanas Stefanov, autor principal del estudio. «Esta supertierra parece estar en la zona habitable alrededor de una de las estrellas más cercanas al Sol. Esto nos da una razón más para seguir buscando planetas habitables en nuestro entorno”, añade.
El planeta recién descubierto, GJ 3998 d, es una supertierra con una masa seis veces mayor que la de la Tierra. Se encuentra en un sector óptimo de la zona habitable alrededor de su estrella y completa una órbita cada 41,8 días, por estar muy cerca de su estrella. Sin embargo, a esta distancia, GJ 3998 d recibe solo un 20 por ciento más de radiación estelar en comparación con la que la Tierra recibe del Sol. «GJ 3998 es significativamente más pequeña y más fría que el Sol, lo que desplaza la zona habitable más cerca de la estrella», explica Alejandro Suárez Mascareño, investigador del IAC y coautor del estudio. «Aunque ciertamente es diferente a la Tierra, si el planeta es rocoso, podría ser capaz de albergar agua líquida en su superficie, uno de los requisitos principales para la vida», señala Jonay I. González Hernández, investigador del IAC y también coautor del estudio.
La proximidad de este sistema al Sol convierte a GJ 3998 d en un candidato atractivo para la caracterización atmosférica. Debería ser posible comprobar la presencia de una atmósfera y buscar oxígeno utilizando el futuro espectrógrafo ANDES en el Telescopio Extremadamente Grande (ELT) del Observatorio Europeo Austral (ESO), tal como estima Rafael Rebolo, investigador del IAC y coautor del estudio. Rebolo también considera que GJ 3998 d sería un buen objetivo para el futuro telescopio ELF (Exo Life Finder) de 50 metros, liderado por el IAC, que buscará biomarcadores en las atmósferas de exoplanetas (planetas de fuera de nuestro sistema solar).
El descubrimiento forma parte del programa HADES, un esfuerzo internacional para explorar sistemas planetarios alrededor de enanas rojas mediante el telescopio TNG (Telescopio Nazionale Galileo) en el Observatorio del Roque de los Muchachos, en La Palma, islas Canarias, España.
Las enanas rojas son estrellas más pequeñas y frías que el Sol y constituyen casi tres cuartas partes de la población estelar de nuestra galaxia. Su baja masa y su abundancia las convierten en objetivos prioritarios en la búsqueda de planetas de baja masa. GJ 3998, una de estas enanas rojas, ha sido de especial interés para la comunidad debido a su proximidad (59 años-luz) y su moderada actividad estelar. Una actividad estelar demasiado cambiante y violenta dificulta el desarrollo de la vida en los mundos cercanos a una estrella. Utilizando el espectrógrafo HARPS-N en el telescopio TNG, el equipo pudo detectar pequeñas oscilaciones en el movimiento de la estrella, causadas por el tirón gravitacional de los planetas en órbita.
Un estudio previo realizado en 2016 por el mismo equipo había detectado ya dos planetas. La presencia de una señal adicional en los datos llevó a la continuación de las observaciones y al nuevo análisis del conjunto de datos.
Con tres planetas conocidos en el sistema, GJ 3998 destaca una vez más cuán comunes son los sistemas multiplanetarios. «Los planetas, en particular los de baja masa, rara vez están solos: prefieren tener compañía. A menudo, cuando volvemos a estudiar un sistema con nuevas mediciones y nuevos métodos, encontramos planetas que antes habían pasado desapercibidos», concluye Stefanov.
También ha participado en este descubrimiento Nicola Nari, investigador afiliado a Lightbridges S.L. que realiza su tesis doctoral en la ULL.
El estudio se titula «A super-Earth in the habitable zone of the GJ 3998 multi-planetary system». Y se ha publicado en la revista académica Astronomy & Astrophysics.