50 Aniversario de la Revolución de los Claveles

El 25 de abril de 2024 se cumplieron 50 años de la Revolución de los Claveles; cuando una transición pacífica puso fin a la dictadura de 48 años que significaron atraso y miseria, e instauró la democracia en Portugal.


João Pedro Fins do Lago, Embajador de Portugal en Caracas, considera fundamental “recordar el pasado, reflexionar sobre la historia y concientizar a la sociedad, especialmente a las nuevas generaciones, sobre el valor de la democracia y la defensa de las libertades que llevaron a profundas mejoras sociales, políticas, económicas y culturales en Portugal”.

Antes del 25 de abril de 1974, Portugal estaba gobernado por una dictadura de derecha. El acceso a los derechos humanos y a las libertades fundamentales, como la libertad de prensa y de pensamiento, estaba restringido. Además de eso, el régimen llevó el país a una guerra en sus territorios de ultramar de África. Los “Capitanes de Abril”, como se les conoce, eran jóvenes soldados que participaron en el movimiento y se negaron a seguir luchando en las antiguas colonias de Portugal, cansados de ver morir a sus compañeros. Así, el 25 de abril da inicio a una nueva etapa del Portugal contemporáneo, en la que el país se convirtió en un Estado democrático y de derecho.

A partir de ese día, “comenzó un largo camino hacia la democratización del país. Hubo un periodo de turbulencias políticas, pero poco a poco el país se fue abriendo hasta el punto de integrarse en el espacio europeo e iniciar así su proceso de modernización en todos los niveles de la sociedad”, afirma Rainer Sousa, Coordinador de la Enseñanza de la Lengua Portuguesa en Venezuela.

En la Revolución de los Claveles no hubo derramamiento de sangre, por lo que fue un movimiento pacífico. El clavel rojo es conocido como el símbolo de este movimiento político debido a una historia bastante original. La historia de aquel momento está relacionada con el gesto de una mujer, Celeste Caeiro, que “vivía en Chiado (Lisboa) y trabajaba en un restaurante que, el 25 de abril de 1974, celebraba su primer aniversario. Su dueño decidió ofrecer claveles rojos a los clientes y cuando oyó en la radio que se estaba produciendo una revolución, cerró el restaurante y le regaló los claveles a Celeste. De camino a su casa en el Rossio (centro de Lisboa), Celeste, al ver que las tanquetas pasaban en dirección al Largo do Carmo, preguntó a un soldado qué estaba ocurriendo y le dio inmediatamente un clavel, el cual lo puso enseguida en su fusil. Otros soldados lo vieron y siguieron su ejemplo, convirtiendo el clavel en un símbolo del 25 de Abril, ampliamente reconocido por las siguientes generaciones.

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