Los diez vuelos más cortos del mundo: Menos de 100 km de distancia

En el fascinante mundo de la aviación, los vuelos más cortos del mundo destacan por sus peculiares características. Estos vuelos, que cubren distancias de menos de 100 kilómetros de gran círculo (GCD), conectan localidades cercanas y, a menudo, facilitan la movilidad entre islas o regiones específicas.


Con solo 24 kilómetros de distancia, el vuelo que conecta Brazzaville, la capital del Congo, con Kinshasa, en la República Democrática del Congo, se lleva el título del vuelo internacional más corto del mundo. Operado con un Boeing 737-800, este vuelo tiene una duración de 50 minutos y realiza siete frecuencias semanales.

El Caribe alberga varios de los vuelos más cortos del mundo:

El segundo vuelo más corto conecta las islas de St. Martin y St. Barthélemy, cubriendo 31 kilómetros en un Cessna 208B Caravan, cinco veces al día. En tercer lugar, encontramos el vuelo de Saba a St. Martin, con 45 kilómetros de distancia y 55 vuelos semanales en un De Havilland-Bombardier DHC6 Twin Otter.

El cuarto vuelo conecta St. Maarten con St. Eustatius, Bonaire, cubriendo 61 kilómetros con 56 vuelos semanales, también en un De Havilland-Bombardier DHC6 Twin Otter.

El vuelo de Bonaire a Curazao con 74 km ocupa el quinto lugar, con 17 frecuencias semanales.

Fuera del Caribe, en el puesto seis se ubica  el vuelo entre Kasane, Botswana y Victoria Falls, Zimbabwe, cubre 77 kilómetros, con diez frecuencias semanales.

La septima posición es ocupada por el vuelo desde San Vicente y las Granadinas a Carriacou, Granada con 79 km y 14 frecuencias semanales

En el Medio Oriente, la octava posisicón con el vuelo de Dammam, Arabia Saudita a Bahrein, recorre 87 kilómetros en un Airbus A320neo, operando diez veces a la semana.

El noveno vuelo más corto es de St Maarten a St Kitts de las Islas de Sotavento con 90 km  y 16 frecuencias a la semana.

En el décimo lugar está el vuelo desde Fort Lauderdale, Hollywood a Bimini North SPB, Bahamas con 95 km  y con 17 frecuencias a la semana.

Estos vuelos cortos no solo facilitan la conexión entre regiones cercanas, sino que también son cruciales para el turismo y la economía local. Desde el vuelo de Brazzaville a Kinshasa hasta el trayecto de Fort Lauderdale a Bimini, cada uno de estos vuelos desempeña un papel vital en la conectividad global, demostrando que, en la aviación, cada kilómetro cuenta.

Cabe destacar que en esta ocasión, OAG ha excluido las rutas con menos de una frecuencia semanal y algunas que operan en modalidad semi-charter. En cuanto a los vuelos internacionales más cortos con aeronaves de ala fija, resulta curioso observar la diversidad de aeronaves utilizadas en estos trayectos. Estas van desde aviones extremadamente pequeños, como un Cessna de seis asientos en la ruta de Kasane (Botswana) a Victoria Falls (Zimbabue), hasta un Boeing 737-800 de cuerpo estrecho con 160 asientos en la ruta más corta entre Brazzaville y Kinshasa, según afirmó la consultora OAG.

Con información de A21.com.mx

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