El Turismo LGBT, en los últimos años, se ha ido implementando en lugares de amplia aceptación social de la homosexualidad, principalmente Europa Occidental, Norteamérica y algunos sitios del Caribe; con creciente oferta proveniente de Sudamérica. Quienes toman estos destinos son personas abiertas en su orientación sexual e identidad de género; en su mayoría suelen ser discretos al viajar, dependiendo del lugar y por razones de seguridad personal; en espacios abiertos existen lugares que no aceptan la diversidad sexual y surgen problemas de discriminación sexual y violencia hacia la comunidad homosexual.
El turismo LGBT no debe confundirse con el turismo sexual, su propósito no es necesariamente las relaciones sexuales. Por otra parte, aparecen nuevas alternativas para parejas del mismo sexo que desean viajar juntas, con el incremento progresivo de países que legalizan el matrimonio igualitario, como «sitios tolerantes» se convierten en un destino atractivo para extranjeros en cuyos países de origen no regulan al respecto, como también la elección de estos lugares para la celebración de la luna de miel. Este sector del turismo se ha visto ampliado en países donde es importante el aporte del turismo al producto interno bruto.
Se distinguen dos marcadas modalidades turísticas en la mayoría de los destinos con alta concurrencia LGBT, Escandinavia es uno de los lugares del mundo más desarrollados en lo que a esta modalidad turística se refiere, esto se debe al alto grado de aceptación social hacia el mundo LGBT en Noruega y Suecia, sumado a un punto de vista político y religioso liberal frente a la homosexualidad en estos países.