Las recomendaciones para evitar el contagio con el virus, que aumentan su número en el verano, son ventilar lugares cerrados por largo tiempo, rociar el suelo y superficie con agua y cloro, elegir lugares limpios y libres de matorrales, entre otros.
Pero también se plantea el cuidado del Zorro de Darwin, (lycalopexfulvipes), en peligro de extinción producto de la fragmentación y destrucción de su hábitat, construcción de carreteras, caminos y accesos, así como la presencia de perros en áreas silvestres protegidas y bosques, entre otras.
Para ello el Ministerio del Medio Ambiente, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y la Corporación Nacional Forestal, promueven la declaración de la Cordillera de Nahuelbuta como reserva de la Biosfera por la UNESCO.
El secretario del Ministerio de Medio Ambiente de la Región de La Araucanía, Anselmo Rapiman, explicó que se pretende armonizar la conservación de la diversidad biológica y cultural de la mano del desarrollo económico y social.
En esa región, Nahuelbuta cumple todos los requisitos, pues es el hábitat natural del Zorro de Darwin, y allí se han identificado alrededor 78 ejemplares, razón por la cual se está realizando un importante trabajo de educación ambiental para evitar que turistas alimenten o intervengan en su comportamiento natural.
La iniciativa de Conservación de Especies Amenazadas, desarrollada por esos organismos persigue la conservación de biodiversidad en sistemas productivos, que incluye al Zorro de Darwin, así como también al Huemul, especie de venado de las regiones de Maule, Ñuble, Biobío, y Araucanía.
El zorro de Darwin es uno de los cánidos más pequeños del mundo, con una talla de 52 y 67 centímetros de longitud y un peso de 1,8 a 4,0 kilogramos, y se reconoce por su pelaje negro azulado en casi todo su cuerpo, menos en sus patas que son blanquecinas, y en la parte baja de la mandíbula y las orejas que son color café rojizo.
Debe su nombre al científico alemán Charles Darwin, quien lo descubrió en diciembre de 1834, y lo clasificó por error como un tipo de zorro chilla, aunque análisis posteriores confirmaron que se trataba de una especie distinta y única.