La margarita, el Bellini, la piña colada, el Martini, el Singapore Sling y el mojito tienen una apasionante historia detrás de cada creación
Cuando se bebe un cóctel muchas veces, en el relax de la situación, se analiza el gusto, el color, sus efectos sobre el cuerpo; pero no siempre se tiene en cuenta su historia. Aunque hay legiones de cócteles de autor que no se conocen más allá de las paredes del bar, hay una docena de preparaciones conocidas en todo el planeta, cuyos orígenes a veces son precisos y otros se pierden en las nieblas de la historia.
En ocasiones hay bares o restaurantes legendarios que se adjudican la paternidad de una preparación, pero en otras la disputa adquiere tintes patrióticos, como la polémica en torno a la cuna del pisco sour entre Chile y Perú.
Piña Colada
Esta es la preparación más conocida en Puerto Rico, elaborada con ron, crema de coco y jugo de piña acompañado por una rodaja de este fruto tropical o una guinda al marrasquino.
Hay dos locales de la isla que reclaman la autoría. Uno es el restaurante Barrachina, de San Juan, donde una placa informa de que el bartender español Ramón Portas Mingot lo creó en 1963.
Sin embargo otro experto en los cócteles, Ramón ‘Monchito’ Marrero, fue señalado como su autor en el bar del Caribe Hilton, y con nueve años de anticipación.
Margarita
Hay al menos cinco sitios de México que reclaman ser creadores del margarita. Entre ellas están la del gerente del Hotel Garci-Crespo de Tehuacán, en Puebla, en 1936 o la del camarero de Tijuana deslumbrado con la adolescente Margarita Carmen Cansino que luego el mundo conocería como Rita Hayworth en 1938.
Es el mismo año en que el dueño del restaurante Rancho la gloria también de Tijuana creó una preparación para una bailarina; o la de la Cantina Hussong de Ensenada, en Baja California, donde el bartender Carlos Orozco preparó un cóctel para Margarita Henkel, la hija del embajador alemán, en 1941.
Esta última es una de las versiones más sólidas, como la que atribuye el origen a Francisco “Pancho” Morales, barman del Tommy Place Bar de El Paso.
Elaborado con tequila, triple seco o Cointreau, hielo, sal y lima, la margarita original no lleva azúcar, que es un invento de los estadounidenses.
Bellini
Entre los diversos aperitivos y cócteles de cuna italiana, el Bellini es uno de los que más brillan.
Elaborado con prosecco (vino blanco espumoso) y pulpa de durazno fresco, el ovillo de su nacimiento nos lleva al Harry’s Bar de Venecia, donde Giuseppe Cipriani preparó esta bebida para una clientela tan selecta como Ernest Hemingway y Orson Welles.
Por supuesto que ahora se puede beber en cualquier sitio de la ciudad de los canales, pero si se quiere recuperar el glamour original hay que pedirlo en la barra del Hotel Cipriani de la cadena Belmond.
Mojito
Hablamos de Hemingway, quien dio fama mundial a La Bodeguita del Medio y a su bebida más popular, el mojito.
El origen de la bebida es difuso: una versión sostiene que fueron los esclavos cubanos para refrescarse en el duro trabajo de las plantaciones de azúcar. Otra otorga el origen a los pueblos nativos o a Richard Drake, pariente del corsario inglés Francis Drake.
Su preparación fue cambiando con el tiempo, y la versión más popular es de ron blanco, menta, jugo de lima, azúcar, hielo y agua mineral con gas.
Singapore Sling
El Hotel Raffles de Singapur es uno de los más elegantes y emblemáticos de la ciudad-estado del Sudeste Asiático. Abierto en 1887, en la barra del Long Bar el bartender Ngiam Tong Boon creó en 1915 una variante del gin sling que era muy popular, y que bautizó como Singapore Sling.
Elaborado con ginebra, licor de cereza, Cointreau, Benedictine, granadina, zumos de limón fresco, zumo de piña y Angostura, se sirve en vasos largos.
Martini
No hace falta a James Bond para que el Martini sea famoso. Hay muchas versiones, pero la base se mantiene con ginebra y vermut seco, aunque la versión seca con vodka también es muy popular. Infaltable, el toque decorativo y de gusto con una oliva.
La versión más aceptada de su nacimiento lo sitúa en 1910, donde lo creó un tal señor Martini, jefe de barra de la sala Knickerbocker Club de Nueva York.
También se lo adjudica a un bartender de un local de Boston de apellido Martínez, a fines del siglo XIX; o como a una deriva de la marca de vermut Martini & Rossi, que ya exportaba sus productos a EEUU antes de la supuesta fecha de creación del glamouroso cóctel.
Cosmopolitan
Mucho antes de que sea popularizado por Sexo en Nueva York había un cóctel llamado The Daisy, que estaba de moda a mediados de la década del ’30.
En 1988 el bartender de The Odeon en esta ciudad hizo una relectura de aquella preparación con vodka Absolut Citron, Cointreau de naranja, zumo de arándano y zumo de lima recién exprimido.
Pisco Sour
Tanto Chile como Perú reclaman la autoría de esta bebida, elaborada con pisco (aguardiente de uva) y zumo de limón; pero en cada país también hay variaciones, como el añadido de sirope, zumo de lima o un toque de Angostura.
Una de las versiones más sólidas es que el cóctel inicial se sirvió en el Morris Bar de Lima en 1913. El local cerró una década más tarde, y uno de sus empleados fue contratado en el Hotel Maury, que ahora se presenta como la cuna del pisco sour. Si hay dudas, todavía se puede ir a probarlo.
