La sal, el motor secreto de nuestros océanos: Clave para el clima y la vida marina.

La salinidad oceánica es un tema fundamental para comprender la dinámica de los océanos y su influencia en el clima global.


La cantidad de sal disuelta en el agua de mar afecta no solo a la vida marina, sino también a procesos climáticos y atmosféricos.

¿Qué es la Salinidad Oceánica?

La salinidad oceánica se refiere a la concentración de sales disueltas en el agua del océano, principalmente cloruro de sodio (NaCl). Se mide en partes por mil (‰), lo que significa la cantidad de gramos de sal por cada kilogramo de agua. En promedio, la salinidad del océano es de aproximadamente 35‰, aunque puede variar según la ubicación y las condiciones climáticas.

Causas de la Variación de la Salinidad

Evaporación y Precipitación

Evaporación: En áreas donde la tasa de evaporación es alta, como los trópicos, la salinidad tiende a aumentar debido a la pérdida de agua, dejando una mayor concentración de sal.

Precipitación: En zonas con alta precipitación, como regiones ecuatoriales, la salinidad puede disminuir porque el agua dulce de la lluvia diluye la sal del mar.

Aporte de Agua Dulce

Ríos y Glaciares: El agua dulce que fluye desde los ríos y el derretimiento de glaciares puede reducir la salinidad en áreas costeras.

Fusión de Hielo Polar: El deshielo en las regiones polares también puede influir en la salinidad, disminuyéndola en esas zonas específicas.

Circulación Oceánica

Corrientes Oceánicas: Las corrientes marinas transportan agua de diferentes salinidades, mezclando agua más salada con agua menos salada y equilibrando las concentraciones en diferentes regiones.

Medición de la Salinidad Oceánica

Métodos Tradicionales

Refractometría: Utiliza la refracción de la luz en el agua para medir la concentración de sal.

Conductividad Eléctrica: La sal disuelta en el agua conduce electricidad, y la conductividad se puede utilizar para calcular la salinidad.

Tecnologías Modernas

Satélites: Los satélites, como el instrumento Aquarius de la NASA, miden la salinidad de la superficie del océano desde el espacio, proporcionando datos globales continuos y detallados.
Boyas y Sensores Oceánicos: Redes de boyas equipadas con sensores recopilan datos en tiempo real sobre la salinidad a diferentes profundidades y ubicaciones.

Efectos de la Salinidad en el Clima y la Vida Marina

Influencia en la Circulación Termohalina

La salinidad, junto con la temperatura, juega un papel crucial en la circulación termohalina, también conocida como la «cinta transportadora oceánica». Esta circulación global mueve grandes volúmenes de agua y redistribuye el calor, afectando el clima mundial.

Impacto en los Ecosistemas Marinos

La salinidad es vital para la supervivencia de muchas especies marinas. Organismos como los peces, crustáceos y corales tienen rangos específicos de tolerancia a la salinidad, y cambios en estos niveles pueden afectar sus poblaciones y distribución.

Acidificación y Cambio Climático

El aumento de CO2 en la atmósfera está causando la acidificación de los océanos, lo que puede interactuar con la salinidad y afectar la química del agua marina. Estas interacciones complejas están bajo investigación, ya que tienen implicaciones para la biodiversidad y los servicios ecosistémicos.

Investigaciones Actuales y Futuras

Monitoreo y Modelado

Los científicos están utilizando modelos climáticos avanzados y datos satelitales para comprender mejor cómo las variaciones en la salinidad afectan los patrones climáticos y la salud de los ecosistemas marinos. Proyectos como el Programa de Observación del Océano Global (GOOS) trabajan para mejorar la precisión y la cobertura de los datos sobre salinidad.

Estudios de Caso: El Niño y La Niña

Eventos climáticos como El Niño y La Niña están estrechamente relacionados con cambios en la salinidad oceánica. El estudio de estos fenómenos proporciona información valiosa sobre cómo la salinidad influye en las condiciones climáticas extremas y sus efectos globales.

Innovaciones Tecnológicas

Las innovaciones en sensores y tecnología satelital están permitiendo una vigilancia más precisa y en tiempo real de los cambios en la salinidad oceánica. Estas herramientas son cruciales para predecir y mitigar los impactos del cambio climático en los océanos.

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