La tradicional temporada de vacaciones en destinos turísticos venezolanos como la Isla de Margarita y Mérida experimentó este año un inicio atípico. A diferencia de temporadas anteriores, donde la afluencia de visitantes comenzaba a sentirse desde las primeras semanas de julio, en esta ocasión, la actividad turística receptiva se concentró principalmente entre la segunda y tercera semana de agosto.
¿A qué se debe este retraso?
Varios factores podrían explicar este fenómeno: La inestabilidad económica que ha caracterizado a la región puede haber generado cierta cautela en los viajeros a la hora de planificar sus vacaciones. Además, la falta de servicios básicos como electricidad, agua y gas en algunas zonas del país pudo haber influido en la decisión de los turistas de posponer sus planes.
Sin embargo, los representantes gremiales del sector turístico han señalado un repunte significativo en la actividad durante las últimas semanas de agosto. Este aumento se atribuye a diversas razones:
- Mejoras en los servicios públicos: Se han registrado mejoras considerables en el suministro de agua, electricidad y combustible, lo cual ha generado mayor confianza en los turistas.
- Mayor oferta recreativa: Los destinos turísticos han redoblado esfuerzos para ofrecer una amplia gama de actividades y opciones de entretenimiento para los visitantes.
- Reducción de vuelos internacionales: La disminución de vuelos internacionales ha generado un efecto rebote, llevando a muchos venezolanos a optar por destinos nacionales como la Isla de Margarita y Mérida.
Perspectivas positivas
A pesar del inicio tardío, las perspectivas para el sector turístico en estas regiones son positivas. Los gremios esperan que el repunte se mantenga durante los próximos meses y que la temporada de vacaciones se extienda más allá de los meses tradicionales.
