Si estás planeando tu próxima escapada a la Isla de Margarita, hay un tesoro poco conocido que deberías agregar a tu itinerario: El Museo Marino de Venezuela. Situado en Boca del Río, en la Península de Macanao, inaugurado en 1994, este rincón mágico te invita a sumergirte —literalmente— en el fascinante mundo submarino que rodea nuestras costas.
Desde el momento en que cruzas sus puertas, te espera un recorrido por salas temáticas llenas de corales multicolores, esqueletos de ballenas, tortugas marinas y peces exóticos que parecen salidos de una película. También hay acuarios vivos y fósiles marinos que te harán viajar millones de años atrás. El museo logra algo increíble: Enseñarte mientras te maravillas.
Ya sea que viajes con niños, en pareja o solo con tu espíritu explorador, el Museo Marino ofrece actividades y programas pensados para todos. Es una oportunidad para aprender sobre los ecosistemas del Caribe y descubrir por qué su conservación nos concierne a todos.
Si pensabas que Margarita era solo arena, olas y mojitos… piensa otra vez. Este espacio vibrante te muestra el alma científica y ecológica de la isla. Y al salir del museo, puedes seguir explorando playas vírgenes cercanas y probar delicias locales en los restaurantes del pueblo.
Visitar el Museo Marino no es solo entretenimiento; es una forma de apoyar la preservación ambiental y aprender cómo nuestras acciones impactan el océano. En un mundo que necesita más conciencia ecológica, tú puedes ser parte del cambio mientras disfrutas de tus vacaciones.