Las protestas en Panamá lideradas por grupos que han mantenido cerradas las vías del país, han generado pérdidas significativas en todos los sectores. El sector turismo, que se encuentra en plena temporada alta, ha experimentado una serie de cancelaciones que van desde visitantes individuales hasta cruceros completos, lo que podría sumar hasta 10 cancelaciones. Además, la ocupación hotelera en algunas provincias panameñas ha llegado al 0%.
Ernesto Orillac, expresidente y asesor de la Cámara Nacional de Turismo (Camtur), explicó que tres cruceros, incluyendo dos que hacen homeport, han decidido no detenerse en Panamá. Algunos cruceros solo hacen una breve parada en el país para que los pasajeros puedan conocer el lugar y hacer compras. Estos pasajeros gastan entre US$170 y US$220 diarios, dependiendo de su nacionalidad. Los cruceros que hacen homeport generan entre US$500 y US$600 por temporada, también dependiendo de la nacionalidad. Es importante recordar que los pasajeros que inician su crucero en Panamá suelen quedarse al menos dos días antes y dos días después de su recorrido.
El número total de cruceros cancelados podría ser mayor, según la Asociación Panameña de Hoteles (Apatel). Maru Gálvez, directiva de Apatel, mencionó que ya se han cancelado alrededor de 10 cruceros. La cancelación de estos cruceros representa una pérdida significativa, ya que el año pasado contribuyeron a un crecimiento del 30% durante el verano (enero-marzo 2023). Sin ellos, no se alcanzarán las cifras estimadas ni los proyectos para el 2024.
Según Orillac, aún no se tiene el impacto general de la situación, pero ya se han observado algunas pérdidas en el turismo interno. Durante el mes de noviembre, se celebran las fiestas patrias en Panamá, lo que genera dos fines de semana largos. Durante estos fines de semana, el turismo interno ha perdido alrededor de US$30 millones en cada uno, afectando principalmente a las economías locales, especialmente en el interior del país.
El impacto se ha sentido en destinos como Tierras Altas, Boquete, Golfo de Chiriquí, Bocas del Toro, Veraguas y Pedasí, entre otros. Esto ha afectado directamente a hoteles grandes y pequeños, así como a microempresarios que dependen de estas fechas para impulsar sus negocios. Además, la percepción negativa del país ha llevado a la cancelación de muchas reservas internacionales.
La ocupación hotelera, que estaba entre el 48% y el 50% antes de las protestas, ha disminuido significativamente debido a las cancelaciones y a la situación actual. En algunas regiones, como Ciudad, las playas, Bocas del Toro y Azuero, la ocupación está entre el 10% y el 40%. Sin embargo, en Veraguas, Boquete, Boca Chica y Tierras Altas, la ocupación es del 0%.
Las cancelaciones no solo afectan los próximos días, sino que también se están recibiendo cancelaciones para diciembre y enero. La recuperación de estos turistas tomará tiempo, ya que será necesario realizar estrategias de marketing para recuperar la confianza en el destino.
Con información de SNIP