Cruceros tendrán que hacer frente al monopolio de su combustible

Varias líneas de cruceros de primera línea han anunciado desde ya su retorno a Panamá, pero deberán enfrentar el mismo problema que los hizo abandonar este país hace dos años.


Se trata del monopolio que tiene la empresa Monjasa para el suministro del combustible a los cruceros que atraquen en los dos únicos puertos de cruceros que tiene Panamá, que incluyen la terminal de la Calzada de Amador donde el Estado acaba de invertir más de 120 millones dólares.

Detrás de ello está un negocio que dejó amarrado el ex administrador de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP), Noriel Araúz y el concesionario de los puertos turísticos Colón 2000, representada por Steve Tarazi.

Las líneas de crucero de nivel mundial cuestionaron el año pasado el monopolio dado a MONJASA e incluso la línea Norwegian suspendió su llegada a Panamá por este problema.

Fueron unas 23 líneas de cruceros que denunciaron que estaban siendo obligadas a abastecerse de búnker o combustible con una sola empresa, esto en referencia a la compañía Monjasa.

Michael T. MacNamara, vicepresidente de abastecimiento de combustible de la línea de cruceros Carnival, envió en 2023 un correo al entonces administrador de la AMP, Noriel Araúz, pidiendo interceder para permitir la apertura en el suministro de combustible, ya que las navieras negocian y contratan el suministro de búnker con varios meses de anticipación.

También, la Asociación de Armadores de Panamá (ARPA) señaló que la explicación que dio la AMP tratando de justificar este negociado, omitió las prácticas incorrectas y monopólicas que se instauraron en los dos puertos de cruceros del país, ante la mirada cómplice de la entidad marítima.

A pesar de todas estas advertencias hechas por este tema, se mantiene la exclusividad de la distribución de combustible con la empresa Monjasa, vinculada a Pablo Torres, amigo del ex administrador de la AMP, Noriel Araúz.

Documentos obtenidos revelan que la empresa Monjasa Chartering, filial de Monjasa, la dirige el empresario danés Anders Ostergaard, pero también tiene como su director a Pablo Torres, amigo de Araúz.

En la pasada gestión de Araúz en la AMP, Torres recibió contrataciones directas y concesiones.

Entre los negocios que salieron de la AMP se encuentra el contrato para el servicio de lanchas, permiso en el astillero de Balboa, el combustible para cruceros, uso del nuevo puerto de cruceros en Amador para reparar barcos y otros cuestionados contratos.

La empresa de Torres también estaría ligada al negocio de búnker a los barcos que pasan por el Canal de Panamá.

Foto: Vista de un crucero recogiendo a pasajeros. 

La Estrella de Panamá

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