El país se aproxima al debate electoral, en octubre próximo se celebrarán las elecciones primarias para buscar seleccionar el candidato de la oposición para las elecciones presidenciales de 2024, año en que también pudiesen celebrarse las correspondientes a alcaldes y gobernadores de estado. Todos los aspirantes políticos generalmente exhiben los principales aspectos de sus programas de gobierno, buscando mostrar principalmente las propuestas para los sectores mas sensibles de la economía y el desarrollo social del espacio geográfico donde aspiran gobernar, las cuales deberían estar soportadas por los documentos sobre planes de desarrollo que sus respectivos equipos profesionales hayan elaborado. En este artículo me voy a referir exclusivamente a los correspondientes al sector turismo.
Los planes de desarrollo turístico se refieren al conjunto de políticas y propuestas que deben identificarse en un ámbito geopolítico específico, bien sea local, regional o nacional; así, los municipios, gobernaciones de estado
y gobierno central podrán contar con un documento que guie sus acciones en este sector, y este debe surgir de un trabajo de equipo multidisciplinario que primero evalúe todos los recursos naturales y artificiales que puedan
ser aprovechados para el desarrollo de esta actividad, pasando luego a identificar todos los aspectos que deben ser impulsados, modificados o eliminados de manera que permitan impulsar, o al menos no afecten el desenvolvimiento del turismo. De esta manera, cada propuesta que se elabore debe corresponder a la solución de un problema detectado, o, al desarrollo de nuevas ideas que mejoren la infraestructura, la tecnología, la oferta, o la calidad en la prestación de los servicios turísticos.
En general, los planes de desarrollo turístico deben estar orientados en la sostenibilidad, es decir, ser planes respetuosos con el ambiente buscando su preservación para generaciones futuras; ser planes viables económicamente en el tiempo; y que estos promuevan el desarrollo socio cultural de las comunidades existentes en su ámbito de acción.
Los planes locales se refieren inicialmente a los planes municipales, aunque también una ciudad o pueblo puede promover su plan de turismo, buscando que el mismo armonice con el plan municipal. Estos planes normalmente también incluyen los aspectos de recreación que servirán por igual a la población residente y a los visitantes. Teniendo los municipios múltiples y variadas atribuciones constitucionales y legales asociadas con el desarrollo urbano, la conservación del ambiente, la circulación de personas, sanidad, y recreación, entre otros, generalmente los planes de
turismo, aunque independientes, pasan a ser parte, o, a estar articulados con los denominados Planes de Desarrollo Urbano Local (PDUL) establecidos como de obligatoria elaboración por la ley.
En Venezuela existen 335 municipios autónomos, de los cuales aproximadamente un tercio tienen vocación turística debido a que su economía se basa en el aprovechamiento de los recursos naturales subyacentes (playas, ríos, parques nacionales, monumentos naturales, etc.), y en la prestación de servicios a las personas que los visitan.
Los planes de desarrollo turístico regional corresponden a las gobernaciones de estado y eventualmente a las corporaciones regionales de desarrollo; los mismos, en teoría, deberían recoger los principales problemas y propuestas de solución esbozados por los municipios dentro de su territorio, además de aquellos que contribuyan al desarrollo integral de este. Los aspectos de transporte intermunicipal de personas, planificación del territorio y otros cuya atribución comparten con el poder público nacional, deben manejarse a través de propuestas coordinadas.
Por último, el Plan Nacional de Desarrollo del Turismo, debe ser un plan maestro, un plan marco que contenga las políticas generales y sectoriales que orienten el desenvolvimiento de la actividad en todo el territorio nacional, y que promueva la descentralización y coordinación de la actividad turística con las gobernaciones y municipios. Este plan también debe contener las políticas intersectoriales que incentiven el turismo internacional receptivo y el interno, en especial en los aspectos de transporte internacional, inmigración, aduanas, promoción cultural, sanidad, transporte interregional, seguridad de las personas y sus bienes, entre otros.
En Venezuela tenemos un importante recurso humano que ha estudiado y se ha preparado en diferentes profesiones y áreas del turismo, y es a ellos a quien los candidatos a presidente, alcaldes o gobernadores deben recurrir con el fin de elaborar los documentos sobre acciones y propuestas locales, regionales o nacionales, que impulsarán de llegar a ser elegidos.
Manos a la obra.
Willian J. Bracho
Abogado, Especialista en Dº de la Navegación
Maestría en Gerencia del Turismo Sostenible
wjbracho@yahoo.com