En los últimos meses, Venezuela ha experimentado un incremento notable en su conectividad aérea nacional. Según declaraciones recientes de Marisela de Loaiza, presidenta de la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela (ALAV) y del Consejo Superior de Turismo (Conseturismo), se ha logrado superar los 352 vuelos semanales operando dentro del país. Esta cifra representa un avance significativo en la capacidad de transporte aéreo doméstico, esencial para la movilidad de los ciudadanos y el turismo interno
.Particularmente hacia Margarita, ha emergido un crecimiento en la oferta de vuelos, permitiendo conexiones directas desde locales como La Fría, Maturín, Barquisimeto, Valencia y Maracaibo, evitando la obligatoriedad de pasar por Maiquetía. Esta mejora en la conectividad ha facilitado no solo los viajes de negocios sino también el turismo, brindando a los viajeros más opciones y flexibilidad1.
A pesar de estas mejoras, de Loaiza también destacó la necesidad de aumentar la frecuencia de vuelos en algunas rutas internas, como Maturín y Puerto Ordaz. Esto sugiere que, aunque los avances son apreciables, aún existen áreas con potencial para la mejora en la conectividad aérea. La expansión en estas frecuencias podría no solo beneficiar a los viajeros, sino que también podría impactar positivamente en los sectores económicos de dichas regiones.