A tan solo 30 kilómetros de la ciudad de Guatemala se encuentra el cuarto cuerpo de agua más grande del país: el Lago de Amatitlán. Durante las décadas de los 70 y 80, este lago era un destino turístico popular, donde actividades como la pesca y la recreación eran frecuentes. Era el lugar ideal para nadar y practicar deportes acuáticos, como la navegación a vela, e incluso fue sede de los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe.
Sin embargo, en 2024 solo quedan recuerdos del esplendor que alguna vez tuvo el Lago de Amatitlán. La creciente contaminación ha afectado su estabilidad natural, y hoy quienes lo visitan se enfrentan a la presencia de basura a las orillas del mismo. Según los habitantes de Amatitlán, este lugar ha caído en el abandono. Nilda Elizabeth de Paz, propietaria de un comedor cercano al lago, ha sido testigo del declive del turismo en la zona, evidenciado por la disminución de ventas en los últimos años, que se agrava durante la temporada de calor, ya que “el agua se pone verde, entonces dice la gente que está horrible el agua, como un basurero”.
En el primer semestre del 2024, 1 millón 493 mil 037 de turistas visitaron Guatemala según estadísticas publicadas por el Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat) con un crecimiento del 16% en comparación con el primer semestre del 2023. No obstante, María Isabel Font, gerente de ventas internacionales en Hoteles Soleil, asegura que la inversión actual no es suficiente para potenciar en gran magnitud el sector turístico en el país.
Según Pablo Hurtado García, secretario ejecutivo de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), expresa que a pesar de que el Inguat es parte del estado y por lo tanto cuenta con cierta cercanía a cada administración, es evidente la cercanía o distancia de las autoridades del Inguat con los diferentes gobiernos. Hurtado menciona que cuando las autoridades del Inguat tienen una relación más distante, suele ser más difícil llevar a cabo iniciativas que fomenten al turismo.
¿Un Ministerio de Turismo?
Asimismo, la Ley Orgánica del Inguat no se ha actualizado en aproximadamente una década, por lo que no se acopla a la realidad actual del país. Una iniciativa a estas reformas ya había comenzado según explica Kevyn Escobar, presidente de la Comisión de Turismo. No obstante, Escobar asegura que por cuestiones de tiempo y despidos de trabajadores, se perdieron los avances y deben comenzar a realizar una nueva iniciativa.
Según Hurtado, la cantidad de empleos directos e indirectos que podrían lograrse a partir de una mejor inversión dentro del sector turístico podría llegar a ser de 450 mil. “Desde Asíes estamos convencidos de que la actividad económica que este sector podría generar un motor de desarrollo” asegura el secretario ejecutivo, quien recalca que Guatemala cuenta con todos los elementos para desarrollar la actividad turística en su máximo potencial.
“Lo que sí es cierto es que somos el único país que no tiene un Ministerio de Turismo”, asegura Font, quien expresa que un ministerio tendría más libertad en cuestiones como presupuesto y promoverse de otras maneras a nivel internacional. Asimismo, Hurtado destaca que a partir de la pandemia del covid-19, se advirtió que los diferentes segmentos del turismo suelen trabajar de manera aislada y no necesariamente coordinada, restando a la capacidad de incidencia que este sector podría tener actualmente.
La nueva propuesta busca crear un fondo para infraestructura turística para que el Inguat pueda implementarlo y un ministerio que pueda formular políticas públicas de seguimiento al sector público. Otras acciones que podría incluir la propuesta es crear una mesa multisectorial para plantear el Plan Maestro de Turismo Sostenible 2015-2025, promover el turismo intrarregional multidestino, entre otros puntos por discutir.
Acceso al gabinete de ministros
Hurtado puntualiza que uno de los problemas más grandes del Inguat es que no tienen pleno acceso a los tomadores de decisión. “Al ser un instituto tiene relación con el organismo Ejecutivo, pero no participa en el Gabinete”, indica Hurtado, quien agrega que a partir de esto, las decisiones turísticas dependen de la voluntad política que se tenga desde el Ejecutivo. Para que esto pueda cambiar, Hurtado asegura que una alternativa sería la creación de un Ministerio de Turismo.
Harris Whitbeck, director del Inguat, expresa que, al ser una institución descentralizada les otorga más autonomía, lo cual puede traducirse, en la opinión de Whitbeck, en una ventaja. No obstante, admite que a partir de una entidad más cercana al Ejecutivo tendrían más acceso a los diferentes entes del gobierno. Aún así, Whitbeck asegura ya tener ese acceso y asegura que ya es invitado a diferentes sesiones en calidad de ministro.
A esto, Hurtado expresa que el ministerio que se podría crear ha tenido mayor aceptación por parte de todas las partes involucradas. Asegura que podría tratarse de uno sin cartera, para que el Inguat pueda seguir desarrollando las actividades de promoción y desarrollo de productos, de la mano con un funcionario que integre al gabinete de gobierno y que tenga acceso permanente.
Whitbeck señala que su preocupación de contar con un ministerio es perder la autonomía que actualmente tienen. “Yo temo que al pasar a ser un ministerio, habría más burocracia, no obstante, le doy la bienvenida a ese proceso de análisis”, comenta el director del Inguat. No obstante, Hurtado menciona que el modelo de este ministerio diferente permitiría que el Inguat continúe con su independencia, permitiendo el desarrollo de actividades sin la burocracia que conlleva un ministerio.