En el marco del Día del Árbol,celebrado el segundo jueves de julio en México, la Fundación Eco-Bahia organizó una jornada especial para colaboradores del complejo Bahia Principe Riviera Maya. La actividad se desarrolló el 10 de julio en la zona de colaboradores de Tulum, con el objetivo de sensibilizar sobre el valor ecológico y cultural de los árboles en la región.
Durante el evento, los participantes exploraron de forma visual, táctil y emocional la importancia de conservar las especies nativas. La jornada incluyó un recorrido educativo con árboles y arbustos locales y foráneos, muestra de semillas y frutos, y una instalación que simulaba el proceso de deforestación para producir papel.
Uno de los momentos más emotivos fue el abrazo simbólico a los árboles, acompañado por un breve video que planteó la pregunta: ¿Qué pasaría si todos plantáramos un árbol en nuestro cumpleaños?
“Este año nos enfocamos en sembrar conocimiento tanto como árboles: impulsamos una educación ambiental que logre que cada planta trasplantada tenga un significado de cuidado”, expresó Luis Verdín, gerente de la Fundación Eco-Bahia en México.
Educación ambiental con impacto tangible
La actividad formó parte del programa de Educación Ambiental que la Fundación desarrolla todo el año en el Caribe Mexicano, dirigido a colaboradores, comunidades locales y visitantes. A lo largo de más de dos décadas, Eco-Bahia ha producido y donado más de 35,000 plantas nativas, además de liderar campañas de reforestación urbana, conservación de áreas naturales y jornadas de limpieza de ecosistemas.
En 2024, sus acciones incluyeron:
- 1,397 plantas donadas para reforestación en México
- 4 jornadas de arborización urbana
- Participación de más de 3,000 colaboradores en el programa de educación ambiental
- Vinculación con escuelas, asociaciones civiles y centros de investigación biológica
La conmemoración del Día del Árbol fue una oportunidad para reforzar los valores de sostenibilidad que guían a la Fundación: amor por la naturaleza, responsabilidad ambiental y participación activa.
“Creemos que proteger, compartir y amar nuestro entorno es más que un lema: es una forma de vida”, concluyó Verdín.